El Archipiélago afortunado no tiene metales ni piedras preciosas,pero tiene buen clima,una naturaleza envidiable y,sobre todo,personas como Sito Simancas,al que el Gobierno ha concedido este año la medalla de oro de Canarias.
La gente como Sito Simancas es el gran valor de esta comunidad,plagada de amor,trabajo,generosidad y nobleza,virtudes que se materializan en él,que siempre tiene un gesto amable,jamás una mala palabra y,en todo momento,un ingenio envidiable.
Ese ingenio y esa inquietud lo llevaron a cursar estudios de radio técnico en la localidad madrileña de Cuatro Vientos; a idear multitud de proyectos,a llevar la alegría a todos los pueblos de la Isla con sus artilugios sonoros,y finalmente a poner en marcha “Onda Tagoror”,la emisora en la que aún trabaja,una radio a través de la que no sólo es posible enterarse de todo cuanto acontece en La Gomera,sino en la que todavía se reza el rosario,y por medio de la que Sito presta ayuda a todos sus vecinos de La Gomera,del sur de Tenerife y hasta de Venezuela,que cada día le llaman para contarle sus problemas.
Son infinitas las cosas buenas que se pueden decir de Sito,como infinitas y maravillosas son las historias que él cuenta,y entre ellas,la que describe el origen de Canarias:
…Y pensó Dios en aquel océano que era el Atlántico… Decidió entonces que tenía que llenar tanta inmensidad. Nació la idea de La Gomera,para la que Dios cogió un trozo de barro y lo dejó caer al mar,donde surgió una isla redonda.
Y vio Dios que su creación era bella,pero podría serlo más,así que hundió sus cinco dedos en aquella tierra y creó los cinco barrancos que hoy surcan La Gomera. El resultado era magnífico,por lo que,satisfecho,Dios dejó caer el barro que le había quedado en la mano y así nació el resto del Archipiélago.
De las entrañas de La Gomera surgieron,pues,Tenerife,Gran Canaria,Lanzarote,Fuerteventura,La Palma,El Hierro y también La Graciosa.
Cualquier palabra se queda corta cuando se habla del gran comunicador que es Sito Simancas y del amor que siente por toda Canarias y en especial por su Gomera,que ya le reconoce como la voz de la Isla,pues a él se vinculan no sólo leyendas tan genuinas como la que me contó aquel día de primavera,mientras nos tomábamos un barraquito en la Plaza de Las Américas,sino también el desarrollo de la radiodifusión insular.
Sito nació en la Villa en 1933,pero esa fecha es sólo un número,porque nadie más vital y más sabio que él. Sito Simancas es la esencia,el oro de Canarias.