Las medias verdades,que son las peores mentiras,son las divisas de uso
corriente de Pablo Iglesias y comparsa. El organizador de la campaña
electoral de Podemos,el señor Íñigo Errejón,no tuvo mejor escapatoria
hace unos días en ‘laSexta noche’ que justificar que a los empleados del
programa ‘La Tuerka’ se les pague nada más que 500 euros y además en negro
porque resulta,fíjate tú,que lo hacen por puro altruismo. Claro,todo el
mundo que conozco desea trabajar no sé cuántas horas por medio millar de
euros y además sin justificar en la Hacienda pública.
Desde luego,de esta gente de Podemos no se puede esperar nada bueno. No
sólo no tienen una buena palabra,sino que tampoco tienen una buena acción,
mienten a vela llena,se les inunda la boca de promesas grandilocuentes y
proyectos que saben a ciencia cierta que no van a poder llevar a cabo
porque,directamente,el sistema económico se iría al garete. A ver quién
es el guapo que sostiene el actual sistema de pensiones con jubilaciones a
los 60 años. Es materialmente imposible.
Sin embargo,y aquí debería de actuar de oficio la Inspección de Trabajo,
sería conveniente que algún inspector se personara en la sede de Público,
en la calle Gran Vía,al ladito justo de Telefónica,para hacer una visita
a ese diario y que pregunten por el señor Juan Carlos Monedero,el amigo de
ETA,y empezar a pedir contratos y altas en la Seguridad Social. Seguro que
se encontraban con alguna sorpresa bastante desagradable. Sin embargo,este
Ejecutivo no hará nada porque los Montoro,Gallardón o Báñez prefieren
perseguir a los amigos. Los de Podemos les producen admiración y en
realidad Mariano Rajoy sueña con dejarse coleta cualquier día de estos.
Y es que,sin querer defender el feo gesto que tuvo la expresidenta de la
Comunidad de Madrid,mucho peor es que el señor Monedero acuse a la Policía
de trapichear con drogas o que el clan de los Pujol siga en la calle
después de reconocer abiertamente que han trincado a manos llenas. ¿Por qué
la Fiscalía no ejerce en esos casos que son flagrantes? Porque no quiere o
porque desde altas instancias les hacen girar la cabeza hacia otros
objetivos. Eso sí,seguro que ni jueces ni políticos cobran 500 euros y
mucho menos desempeñan su labor en negro y de manera altruista.