G. MAESTRE.-Las personas que esperan desde hace cuatro años para examinarse y optar a un puesto de celador en la sanidad pública canaria deben seguir esperando a que la Consejería de Sanidad establezca la fecha de la convocatoria y el lugar,algo que,por el momento,»está pendiente de la disponibilidad que haya». Con estas palabras la directora de Recursos Humanos del Servicio Canario de Salud (SCS),Carmen Aguirre,confirmaba ayer que aún no se ha definido ninguna de estas dos cuestiones,pero tampoco el coste que una convocatoria de esta magnitud puede conllevar en lo que a material y personal para el control de la prueba y la corrección de los exámenes se refiere.
La propia consejería reconoce que se han inscrito 48.226 personas a las pruebas para una plaza de celador,y que los puestos a cubrir son 423. Asimismo,desconoce cuándo se podrá publicar una relación provisional de admitidos y excluidos,después de que el plazo de presentación se cerrara hace seis meses,aunque hace una semana confirmaron a los medios de comunicación que aún no se habían terminado de validar todas las solicitudes.
Ante esta situación lo lógico es pensar que las pruebas no se podrán realizar,como mínimo,hasta principios del verano; una fecha que inquieta a los sindicatos debido a su cercanía con la cita electoral y las repercusiones que ello podría acarrear con nuevos cambios en el gobierno y al frente de la consejería.
Otro asunto que Sanidad está tratando de resolver es la cuestión logística,puesto que no sólo se trata de dónde ubicar a tanta gente -en Tenerife serían cerca de 20.000 personas- sino del coste que puede tener el material de examen y el personal necesario para vigilar que la prueba se haga correctamente.
Así,aunque la Oferta Pública de Empleo (OPE) que se convoque este año será la correspondiente a 2007 y se cuente con la partida presupuestaria intacta desde entonces,no se descarta que los fondos no sean suficientes para un llamamiento de esta envergadura y que se tiene que realizar al mismo tiempo en las siete islas.
El motivo por el que esta convocatoria se ha retrasado durante cuatro años se debe a que la Consejería de Sanidad,entonces dirigida por la diputada del Partido Popular Mercedes Roldós,prefirió suspenderla hasta que quedara resuelto el concurso de traslados,es decir,hasta que el funcionariado ya existente en estos puestos optara por cambiar de destino en base a sus méritos,para así ocupar con la propia OPE las plazas que quedaran vacantes.
El problema es que la convocatoria de los celadores es sólo la primera de otras tantas que afectan también a administrativos,enfermeros y médicos que no podrán examinarse hasta que lo hagan los celadores. En cualquier caso para estas plazas hay menos aspirantes,fundamentalmente porque requieren una mayor cualificación académica y profesional,por lo que preocupa menos su organización y baremación.
«Los exámenes de los celadores serán la prueba de fuego»,manifestó el actual consejero,Fernando Bañolas,la semana pasada al ser preguntado por la OPE.