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Canarias extrema las medidas de control islamista tras la muerte de Bin Laden

PEDRO GUERRA.- La muerte de Osama Bin Laden no se ve en Canarias como una cuestión lejana. Acostumbrados en el Archipiélago a realizar un control diario de los grupos islamistas,las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado extreman ahora las medidas de protección ante la alerta mundial que supone el fallecimiento del líder de Al Qaeda. Sobre todo por el riesgo en el que se encuentra el Archipiélago,el punto de Europa más cercano al continente africano,que es uno de los focos de terrorismo islámico del mundo. Hace una semana,un terrorista suicida hizo estallar una bomba en el centro de Marrakech,a menos de trescientos kilómetros de Canarias,y fallecieron quince turistas extranjeros.

«En realidad pueden parecer medidas imperceptibles,pero se activan varios mecanismos de control tras un incidente de este tipo»,explica un responsable de los servicios de información de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en Canarias. «El control en los puertos y aeropuertos aumenta,aunque ahora mismo no existen enlaces de pasajeros por mar con África»,explican las fuentes. «En el aeropuerto todas las conexiones con países sospechosos de exportar terrorismo islámico son vigiladas al detalle»,afirman.

Fuentes de información
Tanto la Policía Nacional como la Guardia Civil,ante el hecho de la muerte de Bin Laden,comenzaron a activar las fuentes de información próximas al terrorismo islámico,con el fin de sondear entre los informantes «cómo respira» este mundo tras el impacto de la noticia con la que el presidente de EEUU,Barack Obama,despertó al mundo en la jornada de ayer. Los dos puntos de control más importantes en Canarias están en Vecindario (Gran Canaria) y Lanzarote,donde la comunidad islámica es abundante.

Sin embargo,las fuentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado aseguraron ayer que «no nos preocupa la gente que va a rezar a las mezquitas,que suelen ser ciudadanos normales con sus creencias religiosas. Para nosotros es más motivo de alarma cuando se detectan colectivos que se reúnen a rezar en centros clandestinos,como los bajos de un edificio o algún garaje. El que va a rezar a la mezquita no suele tener nada que esconder». El control es total en el Archipiélago.

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