A falta de tres jornadas para que finalice la competición,el conjunto catalán,que marca la zona de salvación a la espera de que el Salamanca dispute el partido ante el Xerez,saca 11 puntos a los tinerfeños,una diferencia insalvable.
El equipo de David Amaral concluye así una temporada para olvidar y firma su segundo descenso consecutivo,pasando en tan sólo dos años de jugar en la Primera División a hacerlo en Segunda División B.
Hasta cinco entrenadores han pasado por el banquillo del conjunto isleño en una campaña en la que,hasta la jornada 39,tan sólo ha conseguido sumar 34 puntos,6 de ellos en los dos últimos partidos,en un arreón de orgullo y amor propio que ha llegado demasiado tarde.
El descenso del Tenerife también tiene su repercusión en el Grupo Canario de Tercera División,ya que su filial,que está clasificado entre los cuatro primeros,no podrá disputar las eliminatorias de ascenso a la categoría de bronce. El gran beneficiado de esta situación es el Villa de Santa Brígida,que jugará la promoción al tener garantizada la quinta plaza.