DOMINGO NEGRÍN M.- El secretario general del Partido Popular en Canarias,Manuel Fernández,confesó ayer que se enteró “por la prensa” de esos escarceos y respondió que el PP también ha emprendido contactos con el PSOE por “mutua iniciativa”.
No obstante,el PP se cree legitimado para mover la primera ficha en el tablero de los pactos poselectorales. De hecho,José Manuel Soria quiere reunirse hoy con Paulino Rivero. aunque esta cita no consta en la agenda institucional del presidente. Y,previsiblemente,la próxima semana hará lo propio con José Miguel Pérez,del PSOE.
La libreta azul del líder popular tiene subrayado en rojo que la presidencia es “innegociable”. Lo mismo pensaba el socialista Juan Fernando López Aguilar hace cuatro años. Entonces,el primer grupo de la Cámara pasó a la recámara del Legislativo en virtud de una alianza del PP con Coalición Canaria que alumbró “el Gobierno de los perdedores”,en palabras del actual eurodiputado. Ahora se invierten las tortas,pero los argumentos de antaño están caducos.
A juicio de Soria,las urnas han transmitido un “masivo mensaje de cambio político”. Y lo justifica en que “el PP le saca más de 65.000 votos” a CC,a pesar de lo cual han empatado a 21 diputados,por 15 del PSOE y 3 de Nueva Canarias. Algunos no han tardado en recordarle que hasta 2010 él era vicepresidente del Ejecutivo de Rivero y el consejero encargado de elaborar los presupuestos autonómicos.
En la otra orilla,la renovada ejecutiva del PSC-PSOE soltó lastre (Santiago Pérez y compañía) para nadar en la dirección del poder. De esta manera,amortigua el golpe propinado a las siglas por culpa de Zapatero y eludiría el peligro de ahogarse en la ola del PP.
Manuel Fernández no descartó ninguna opción: “El PSOE le ofrece la presidencia a Coalición Canaria y también se la podría entregar al PP. ¿Por qué no?”.
La mano derecha de Soria quiso dejar claro que su partido buscará “lo que más convenga a la ciudadanía,que es en definitiva la depositaria de la voluntad popular”. Fernández insistió en que el PP “cumplirá escrupulosamente” el axioma de explorar todas las vías para intentar lograr el mejor acuerdo. “No nos sentaremos para repartirnos la tarta”,enfatizó el diputado electo.
Soria le lleva a Rivero un papel en el que están escritas las quince propuestas con las que intenta convencer al presidente del Gobierno en funciones. Una de ellas es la modificación del sistema electoral canario “para corregir la desproporción sin merma de la representatividad de cada una de las siete islas”.
Esa y la reforma del Estatuto son dos caballos de batalla a los que pocos se atreven a ponerles las riendas.