Cuando subió a la mesa de mezclas se vio a Dios,elevando sus brazos,como un profeta. Eso duró más de dos horas. El productor y dj recorrió el cancionero que le ha hecho mundialmente famoso,sin faltar la sensual Sexy Bitch. Y allí estalló todo. Cerró la noche Roger Sánchez,que no defraudó al público,con muchas ganas de pasárselo bien,a pesar de un caluroso día y de las horas que llevaba dando brincos.
Probablemente no se haya visto tanta gente en un concierto de estas características en Arona,y las consecuencias no agradan siempre a todos. Las largas colas a la entrada; ir al servicio,sobre todo para las féminas,requería un ejercicio de control y paciencia; pedir una copa fue un suplicio,bajo un sistema de tickets difícil de asimilar.
Esta claro que hay menos crisis de lo que se habla. La entrada más barata costaba 35 euros y no cabía ni un alfiler. Y lo malo que tienen los sitios donde no cabe un alma más es que te tiene que gustar demasiado lo que escuchas para disfrutar. El servicio de basura tuvo que recoger montañas de botellas,vasos y bolsas en la calles de Las Américas anexas al estadio. Es lo que tiene esperar a que alguien muestre qué es el éxito. Estuvo bien.
Casi 15 horas de música sin tregua
Desde las 14.00 horas del viernes a cerca de las 05.00 del sábado. O lo que es lo mismo,alrededor de 900 minutos de música sin pausa para poner a bailar a las más de 13.000 personas que acudieron al campo de fútbol Antonio Domínguez con el fin de presenciar el Arona Summer Festival. Y con él,un cartel encabezado por el dj y productor de moda David Guetta (en la imagen superior) y que cerró el también dj Roger Sánchez (fotografía central). Y entre ambos,las actuaciones de los franceses de Rinocerose (fotografía de abajo,a la izquierda),los madrileños The Zombie Kids y los canarios Bikini Invaders,Bristol Tapes,Blues Navy y Jessy La Ley.