El sacerdote jesuíta,José María Maruri,lo dijo en una ocasión ¿por qué te quiero tanto Señor,si no te comprendo?.Es el mismo mensaje que le transmiten todos los dias a Casimiro Curbelo desde la dirección federal del PSOE desde aquél tormentoso incidente que protagonizó en Madrid el pasado mes de julio. Es conocida la tendencia histórica del PSOE de descuartizarse entre ellos cuando surge un debate interno que trasciende a la opinión pública.Tratan de transmitir transparencia y ética y consiguen el efecto contrario: hacer el ridículo.El silencio del presidente del cabildo de La Gomera durante todas éstas semanas ha sido admirable,pero la gestión de todo éste lío ha sido lamentable en todos los ámbitos. Al menos de puertas afuera.
Supongo que Curbelo habrá medido todos los pasos con absoluta precisión,sin dejar ningún cabo suelto. El control que ejerce sobre la organización insular de su partido,sus repetidas y aplastantes victorias electorales y el apoyo de la ejecutiva regional no han sido avales suficientes para garantizar su candidatura al Senado. La dirección regional tampoco es que haya manifestado demasiado entusiasmo,una circunstancia habitual de quienes han llevado al PSC a los peores resultados electorales de su historia y lo que te rondaré morena de aquí al 20 de noviembre. De tal forma que si Curbelo espera una defensa numantina de su candidatura por parte del actual «consejo de administración» del PSC-PSOE ,mejor que espere sentado. Y eso,el candidato Curbelo lo sabe.
Casimiro Curbelo no será candidato al Senado por La Gomera. Ni por el PSC ni por el Partido Pirata. Ni por ese nuevo partido que dicen está situado en su entorno.Si Curbelo,como pienso,ha pretendido echarle un pulso al PSOE,sabía de antemano que lo iba a perder y si de paso le arrancan el brazo,mucho mejor,por que así le muestran a su electorado un trofeo ganado desde la ética y la decencia(y dos piedras). Son –insisto– las cosas del PSOE. Muchos de ustedes se preguntarán ¿entonces por qué no renunció a su candidatura y se ha vuelto a colocar en el ojo del huracán?. Creo que Casimiro Curbelo,quiere medir la temperatura política de su organización en la Isla,quería comprobar las lealtades internas y las ambiciones de algunos de sus dirigentes locales.Ya lo sabe. Cualquier paso en falso o el mínimo traspiés que cometa,le sitúa a corto plazo al borde del abísmo y con una amenaza real de censura en el cabíldo.
Si el PSC-PSOE es censurado en el cabildo y los ayuntamientos donde gobierna en La Gomera,su responsable regional,José Miguel Pérez,seguirá encantado de haberse conocido. Dinamitó al PSC en Tenerife,expulsó a alcaldes y concejales en La Palma,acaba de dejar sin militantes a su partido en El Hierro y destrozará a la poderosa organización socialista gomera si alguien no le ilumina. Parece estar pagado por el enemigo. Y eso,el candidato Curbelo tambien lo sabe.
Mantener alejada la sombra de la censura en el cabildo no es un asunto baladí para Casimiro Curbelo.Desde ahí se gestionan la mayoría de las políticas sociales de las que presume el presidente gomero.Tiene cuatro años por delante garantizados para acometer,además,nuevas políticas de empleo y dinamización de los sectores productivos de La Gomera.Ese es el reto,no «el otro». Para la dirección federal del PSOE ganar o perder el senador por La Gomera es irrelevante.Sería uno más de los muchos que perdería el 20 de noviembre.Aúnque resulta bastante evidente que el PSC lo conseguirá sin dificultades con o sin Curbelo en la candidatura.
En su momento dije que Curbelo núnca debió dimitir por aquél incidente que debía dirimirse en el juzgado.Transcurridos dos meses ,nada ha cambiado para que ahora se presente después de haber renunciado a su escaño en el Senado.Es una contradicción flagrante a ojos de cualquier ciudadano con dos dedos de frente.Pero es evidente que la política se mueve en clave y manejando los tiempos con inteligencia y con paciencia,sobre todo con mucha paciencia. Eso,Curbelo lo sabe y Elena Valenciano no.