Icono del sitio Gomeranoticias

La Gomera en una encrucijada

En cualquier punto del país las principales preocupaciones de los ciudadanos coinciden en la falta de empleo dada la extrema gravedad de la situación económica,ante la cual estamos todos expuestos de una manera sin precedentes.
Este precario escenario se agrava,aún más si cabe,si nuestros representantes políticos no han estado a la altura de los acontecimientos. En este sentido,La Gomera representa a la perfección la complicación económica y la incapacidad política. Un representante público que ha dilapidado los recursos de los contribuyentes,en una buena coyuntura económica con unos presupuestos expansivos,difícilmente podrá gestionar unas cuentas públicas limitadas por la disminución de ingresos e impulsar aquellos sectores que nos saquen del atolladero. El lamentable contexto económico y social en el que se encuentra La Gomera es fruto del despilfarro y la falta de voluntad política para planificar el desarrollo de esta isla. Se han malgastado alegremente los ingentes recursos económicos provenientes de la Unión Europea y del Estado para desarrollar este territorio. Y quince años después,¿dónde están los logros?
La Gomera necesita un punto final y un punto de partida. Desgraciadamente,por la nefasta gestión llevada a cabo en todos estos años,este punto de inicio nos llevará irremediablemente al pasado. Cuando no se apuesta decididamente ni se trabaja con ahínco para impulsar esta tierra,los proyectos quedan inconclusos,se quedan a medias. Así,podemos enumerar las numerosas infraestructuras que se pusieron en pie y cuyo funcionamiento ha quedado paralizado por la negligencia e irresponsabilidad de los dirigentes del Partido Socialista en La Gomera. Todas estaban proyectadas como infraestructuras de futuro,fomentando los sectores económicos tradicionales de la isla y apostando por su profesionalización y modernización. Y lamentablemente han quedado como ejemplos visibles de la incoherencia política. Es el legado político de quién no ha creído ni cree honestamente en nuestra tierra y en nuestra gente.
Ante esta realidad,en un contexto económico y financiero incierto,con impredecibles expectativas de futuro y una administración endeudada,los graves problemas que padece la isla no podrán ser resueltos sin las inversiones y el apoyo del gobierno central y la Unión Europea. Pero como paso previo habrá que devolver la confianza en el futuro a las familias,a los trabajadores,a las pequeñas y medianas empresas y a la sociedad en general. Asimismo,habrá que poner en orden las cuentas públicas,priorizar los escasos recursos hacia los servicios esenciales y sentar las bases para poder conducir la economía insular hacia el crecimiento económico. En definitiva,se deben priorizar los gastos y promover aquellos sectores que pueden impulsarnos a salir de esta parálisis.
La Gomera necesita una transformación profunda de sus posibilidades económicas. Para ello es imprescindible un nuevo proyecto que afronte decididamente el impulso y potenciación de su sector empresarial. Requiere de trabajo,de adecuadas políticas económicas y de un proyecto impulsado desde el gobierno de la nación. Si no somos capaces de vincular nuestro futuro al de la nación,de atraer inversiones y sensibilizar al futuro gobierno del país de nuestras necesidades y deficiencias,no podremos dar un verdadero salto y salir de este letargo al que nos han sometido los dirigentes gomeros del PSOE. Debemos apostar por una visión de desarrollo insular,aprovechar sus potencialidades,una gestión eficiente y transparente y generar empleos dignos acordes a méritos y capacidades. Un aspecto esencial de esta política será el fomento de la igualdad de oportunidades y el destierro definitivo del nepotismo y el clientelismo político.
Desde luego que nos encontramos en una encrucijada,debido a que en todos estos años para algunos cargos públicos han primado otros intereses en detrimento de las necesidades de todos los gomeros.
Afortunadamente,una de las mayores virtudes de los gomeros es su capacidad de trabajo,de sacrificio y de superación. Desde el caserío más alejado de la isla hasta el lugar más insospechado de otros países me he encontrado a gomeros con trayectorias personales que acreditan estos valores. Pese a la doble herencia económica que recibimos,la de Zapatero en España y la de Casimiro en La Gomera,tengo la certeza de que conseguiremos salir de esta encrucijada y alcanzar las cotas de bienestar que como pueblo nos merecemos.

Salir de la versión móvil