El Gobierno de China anunció este martes que su red de posicionamiento por satélite con la que quiere independizarse del servicio GPS de EEUU ha comenzado a funcionar. Por el momento su señal sólo se ofrece dentro del país y alrededores.
El gigante asiático ya ha puesto en órbita diez satélites del sistema,conocido como Beidou o Compass. El próximo año pretende lanzar otros seis para cubrir la mayor parte de Asia y el Pacífico,según explicó hoy Ran Chengqi,portavoz del programa Beidou,desarrollado por el Ejército del país. China pretende tenerlo listo en 2020,cuando tenga en órbita 35 artefactos y cubra toda la Tierra ofreciendo servicios de orientación y localización a civiles con una precisión de diez metros y un servicio más fino (y secreto) para el Ejército.
El desarrollo de Beidou es un paso clave en la soberanía del país,que hasta ahora dependía del GPS,desarrollado por el Pentágono. Tanto Rusia como la UE han desarrollado también sus versiones renovadas del GPS para evitar la dependencia del amigo americano. El sistema ruso,Glonass,ya ha alcanzado una cobertura de todo el globo gracias a sus 24 satélites operativos,según un comunicado del proyecto publicado el 8 de diciembre. La versión europea,Galileo,estará completa en 2020 y también cubrirá toda la Tierra. Una versión gratuita echará a andar en 2015.
El portavoz chino dijo este martes que las señales de Beidou son compatibles con los servicios de otros países. El de la compatibilidad y las interferencias es un asunto delicado,ya que pueden hacer que un sistema se imponga sobre otro si compiten en el mercado. En noviembre,la UE firmó con China un acuerdo para reunirse cada año y garantizar así la compatibilidad de sus sistemas a medida que se completan.
El encendido de Beidou también confirma el rápido auge del sector espacial Chino,que algunos sectores de EEUU ven como una amenaza. Este país prepara el GPS III,una versión renovada de su sistema de posicionamiento actual que comenzaría a funcionar en 2025.