Dos años de cárcel por malversar dinero del Cabildo de La Palma

Los hechos
La sentencia en cuestión,dictada por la Sección Sexta de la Audiencia el pasado 14 de noviembre y hecha pública hace unos días tras su notificación a las partes,entiende como probado que el funcionario,con antigüedad desde 1990,ejercía en 2005 y 2006 como administrador y depositario de los anticipos de la caja fija destinada al pago de proveedores de la Residencia de Pensionistas.
En el ejercicio de tales funciones “y con evidente ánimo de enriquecimiento injusto”,el ahora condenado se apoderó de un total de 45.425,02 euros procedentes de los presupuestos públicos insulares mediante la emisión de cheques bancarios al portador y a su nombre a cargo de las cuentas del propio Cabildo. Tales cantidades debían ser abonadas a determinados proveedores de la Residencia de Pensionistas conforme a las facturas emitidas,“siendo que el acusado cobraba por sí o por intervención de terceras personas dichos talones para posteriormente emitir nuevo talón bancario a efectos del pago al proveedor correspondiente”.
Los talones
Sin duda fue 2005 el año de mayor actividad ilegal de este funcionario,de nombre Ubaldo,ya que expidió hasta veinticuatro cheques cuyos importes acabaron en sus bolsillos,por un valor total de 39.473,61 euros.
Esta secuencia se inicia el 4 de febrero,día en que firmó hasta cinco talones por más de diez mil euros,y culmina el 8 de noviembre con uno de 1.350 euros.
Los dos de mayor importe llevan la misma fecha,el 4 de agosto,por importe de 2.846,69 y 2.846,11 euros,respectivamente. El de menor cuantía (621,35 euros) se expidió el 22 de abril.
En cuanto a 2006,el condenado se apoderó de la cantidad total de 5.951,41 euros,en una serie de seis cheques,siendo el mayor de 2.774,52 euros (12 de mayo) y el menor de 185,22 (19 de julio).
En diciembre de ese mismo año,el funcionario confesó los hechos mediante escrito ante el Cabildo de La Palma,restituyendo 6.878,63 euros de los defraudados.
Ahora restan otros 38.536,39 euros por devolver más el correspondiente interés legal,tal y como recuerda la sentencia,que es firme.