El padre de Ruth y José,los dos niños desaparecidos en Córdoba,no tiene contacto con ningún preso. Desayuna,come y cena solo en su celda. Y cuando sale al patio (tiene autorizado un mínimo de cuatro horas de paseo) también lo hace solo,apartado del quehacer diario de la cárcel.
«Vive como una estrella del rock. Llevo más de 20 años en prisiones y nunca he visto nada igual»,señalan a 20 minutos fuentes penitenciarias de la cárcel de Alcolea. A Bretón se le aplica el protocolo antisuicidio y el artículo 75.2 del régimen penitenciario,que restringe los movimientos del reo alegando motivos de seguridad.
Tres presos siempre a su lado
Todo esto conlleva que esté separado del resto de reclusos. De todos menos de tres,tres presos de apoyo que son su sombra las 24 horas del día para que no tenga percances con otros internos y para que no se pueda autolesionar. Hace unos días le quitó la cuchilla de afeitar a uno de estos presos de apoyo y se hirió levemente para llamar la atención.
Los tres presos de apoyo (dos españoles y un africano) no se separan de Bretón nunca. Ni cuando duerme. Dos de ellos se turnan en la misma celda para pasar la noche con él,vigilando su sueño. Incluso la galería del módulo de ingresos,donde está su celda,está vacía. No hay otros presos. Solo él y sus tres sombras.
El día a día de Bretón transcurre monótono,sin sobresaltos. Se despierta a las ocho de la mañana y es recluido de nuevo en su celda para dormir a las ocho de la tarde. En esas 12 horas siempre hace lo mismo: leer la prensa,ver la tele,leer algún libro de la biblioteca de Alcolea y «devorar los cómics que le trae su familia». Y escribir,escribir mucho. «Supongo que sus reflexiones»,señalan las mismas fuentes. Su monotonía solo se ve interrumpida cuando le visita algún pariente. Tiene derecho a una comunicación a la semana.
Enfermo de la limpieza
José Bretón es un tipo metódico y un enfermo de la limpieza. Gasta tres rollos de papel higiénico a la semana y no toca nada si no lo ha limpiado antes,cubiertos,puertas… Es muy escrupuloso.
Según los informes psicológicos y psiquiátricos,Bretón no está loco. «No tiene ningún trastorno mental que influya en su capacidad de entendimiento y voluntad». Su cociente intelectual es de 121 (nivel normal),y los informes lo describen con altos rasgos de manipulación,histrionismo y propensión a la mentira. Histriónico es,y bastante. Por ejemplo,no soporta el ruido que hacen otras personas al masticar.
Los funcionarios que le vigilan explican que nunca habla de sus hijos ni hace comentarios que puedan inducir a que conoce el paradero de los dos pequeños. «Intenta que estemos a su favor,que le comprendamos,aunque utiliza un discurso incoherente. También te intenta predisponer en contra de la familia de su mujer,y se mete muchísimo con la portavoz que ha elegido la familia,porque sale mucho en la tele».
Sus gestos revelan que miente
Bretón,exmilitar y antes de entrar en prisión en el paro,siempre ha mantenido su inocencia y cree que alguien se llevó a sus hijos. Sus declaraciones ante la Policía fueron grabadas. Su voz,sus gestos y hasta si hablaba en primera persona o en plural fueron analizados por la Sección de Análisis de Conducta de la Policía Nacional.
Sus conclusiones,escritas en un informe en poder del juez,revelan que José Bretón ha mentido a los policías sobre la versión que dio de la desaparición de sus hijos.
Cuatro fechas claves del caso
■8 de octubre. Desaparecen los niños. José BRetón denuncia a las 18:40 horas la desaparición de sus dos hijos en el parque Cruz Conde de Córdoba.
■10 de octubre. Su mujer lo denuncia. Ruth,esposa de Bretón y madre de los niños,lo denuncia por vejaciones y presiones.
■18 de octubre. Bretón,detenido. La Policía detiene a José por indicios de homicidio. Él defiende su inocencia.
■20 de octubre. A prisión. El juez entiende que hay «indicios razonables de criminalidad» respecto a la desaparición de sus hijos y le manda a prisión. Es encarcelado el día 21 imputado por un delito de «detención ilegal» y otro de «simulación de delito».