El ex secretario regional del Partido Socialista Canario (PSC) y actual vicepresidente de los socialistas europeos,Juan Fernando López Aguilar,pide a sus compañeros de partido en las islas que tengan «acierto y coraje» para «mantener un perfil propio» en las islas. ´
López Aguilar,en declaraciones a la Cadena Ser,aseguró que «nunca» ha intentado influir ni inmiscuirse en la gestión interna del partido ni en las decisiones de la actual dirección regional,pero sí considera que el partido debe convertirse «en un dique de resistencia» que desarrolle «una política ofensiva y no defensiva». El PSC debe intentar «derrotar» al Partido Popular (PP) en las islas,aseguró,y no sólo «frenarlo». Y para ello considera vital que se mantenga «un perfil propio».
El líder socialista no quiso valorar el pacto de gobierno en el Ejecutivo regional del PSC con Coalición Canaria (CC),pero sí recordó que el actual presidente canario,Paulino Rivero,y socio de su partido,»se arrodilló ante Mariano Rajoy (PP) para ser presidente cuando no había ganado las elecciones»,en referencia a los comicios en los que él se presentó como candidato a la Presidencia regional,obteniendo el mayor número de votos y quedando en la oposición por un pacto entre CC y PP.
López Aguilar advirtió a sus compañeros de partido en las islas que los canarios «no esperan escuchar al PSC hablando de nuevas ventajas fiscales para los empresarios»,sino que pongan en marcha reformas claves como «poner orden» en el hecho de que «los grandes yates y coches de gama alta en Canarias estén a nombre de sociedades y no de sus propietarios»,con lo que «las grandes fortunas» obtienen importantes beneficios a la hora de tributar.
Críticas a la Televisión Canaria
López Aguilar señaló que en el caso de tener responsabilidades de gobierno y ante la actual situación de crisis económica,»antes que prescindir de un profesor o cerrar un hospital,cerraría la Televisión Canaria».
Calificó este medio de comunicación de «meramente propagandístico» porque está «al servicio de los que gobiernan»,situación que se produce desde hace años y «no ha cambiado» con la llegada del PSC al Gobierno regional.