Para el oficialismo no existe otro candidato que Chávez,pero ya se barajan nombres como el del vicepresidente Elías Jaua,el canciller Nicolás Maduro o el presidente de la Asamblea Nacional Diosdado Cabello.
La prolongada ausencia en la escena pública de Hugo Chávez y el hermetismo sobre su tratamiento contra el cáncer que no acaba de culminar abre la puerta a múltiples escenarios,incluida la designación de un sucesor,a cinco meses de las presidenciales en Venezuela,según expertos.
«Ante la falta de información,todos los escenarios son posibles,inclusive la ausencia de Chávez y el nombramiento de un sucesor» para los comicios del 7 de octubre en los que el mandatario se mantiene favorito en las encuestas,dice el presidente de la firma Datanálisis,Luis Vicente León.
La línea mantenida por el oficialismo es que no puede haber otro candidato que Chávez,pero los nombres del canciller Nicolás Maduro (49 años),del vicepresidente Elías Jaua (43) o del presidente de la Asamblea Nacional,Diosdado Cabello (49),suenan como eventuales sustitutos del mandatario en las elecciones y son incluidos en muchos sondeos.
Los dos primeros son considerados del ala moderada dentro del chavismo,mientras Cabello,un ex militar que participó en el fallido golpe de Estado que Chávez encabezó en 1992,tiene un discurso más radical contra la oposición.
Jaua será el presidente del nuevo Consejo de Estado,órgano de consulta del gobierno cuya creación,anunciada esta semana,fue interpretada por analistas como un paso hacia una eventual transición.
Chávez,que había asegurado que culminaría la semana pasada su radioterapia contra el cáncer,partió de nuevo el lunes a Cuba para «la recta final» del tratamiento,sin adelantar fecha de retorno ni ofrecer ningún detalle.
Los venezolanos se han ido acostumbrando a las idas y venidas nocturnas del mandatario a Cuba,donde desde marzo se somete a la radioterapia contra una recurrencia del cáncer,cuya naturaleza y gravedad se desconoce.
Su cuenta en Twitter es prácticamente el único medio de contacto con el país y sus contadas apariciones públicas han sido muy breves para un jefe de Estado habitualmente omnipresente e hiperactivo.
La incertidumbre reinante ha llevado a los venezolanos a estar muy pendientes de cualquier eventualidad,incluido dentro del chavismo.
«Los oficialistas saben tanto como el resto de la sociedad sobre la salud de Chávez,es decir,nada. Pero son quienes más tienen que perder y no hay que ser muy perspicaz para suponer que hay nerviosismo»,dice Vicente León.
Entre las filas chavistas,cada vez son mayores los ecos sobre divisiones internas y luchas por el poder.
Pero mientras el presidente,líder absoluto de la «revolución bolivariana» que dirige desde 1999 cuando llegó al poder,»esté vivo,los enfrentamientos siempre serán subterráneos,porque Chávez todavía puede destruir» a quien pretenda sacar cabeza,agrega.
Así como el poder,la popularidad del mandatario apenas se ha resentido con su alejamiento de la escena pública.
A cinco meses de los comicios,lidera todos los sondeos y el último de Datanálisis de marzo le otorgaba el 44% de los votos frente al 31% para su rival,el gobernador Henrique Capriles Radonski,con más de 20% de indecisos.
Su estado de salud,además,ha eclipsado la campaña electoral.
«La mayoría de los venezolanos no ha percibido hasta ahora una ausencia tan notable que pueda alterar su voto y la utilización política de su salud está teniendo un impacto positivo»,dice el politólogo John Magdaleno.
«La pregunta,no obstante,es hasta cuándo podrá mantenerse esta situación. Chávez necesita otros elementos para mantener su ventaja» frente a Capriles Radonski,entregado por su parte a una intensa campaña por el país,agrega Magdaleno.
Oficialmente,la campaña arrancará el 1 de julio e «independientemente» de la suerte del candidato saliente,»las elecciones deberán celebrarse el 7 de octubre»,dice el abogado constitucionalista Enrique Sánchez Falcón.
La ley electoral autoriza a reemplazar en cualquier momento a un candidato que no pueda concurrir en las elecciones,recuerda.
Por otro lado,la Constitución establece que la ausencia «absoluta» del presidente implica la convocatoria de elecciones si se da durante los primeros cuatro años de su mandato y la delegación de poderes en el vicepresidente en los dos últimos.
Vicente León señala que la falta de información fiable sobre el cáncer de Chávez también permite barajar una última hipótesis: «El presidente puede estar anticipando un regreso triunfal y,en ese contexto,mientras más duras sean las especulaciones sobre su salud,menos necesitará sorprender a su vuelta».