A las 19:00 horas del próximo sábado 6 de octubre se inaugura,el la galería Ars Septem de Hermigua,la exposición “EL AGUA: Erosión,Barrancos y Estructuras Húmedas” del artista y académico gomero Joserromán Mora-Novaro.
La muestra la conforman 15 obras en las que,a través del análisis de los aspectos paisajísticos más crudos y salvajes de su isla natal,Mora-Novaro introduce al espectador,tal vez sin proponérselo,en un universo de mutación perceptiva que invita a la eterna reflexión sobre el paso del tiempo y la huella física-metafísica que éste deja en la superficie sobre la que incide. Todo ello mediante un trabajo extraordinariamente táctil que sugiere las tres dimensiones.
Esta exposición,la cuarta individual de Joserromán en La Gomera,permite apreciar la evolución del artista en su investigación personal sobre los cuatro elementos: aire,agua,tierra y fuego iniciada en 1995.
La muestra podrá visitarse hasta el próximo 23 de Diciembre en los siguientes horarios: de miércoles a lunes de 10:00 a 19:00 h.
TEXTURAS,COLOR,LUZ Y MOVIMIENTO: UN NUEVO PARADIGMA DE LA PINTURA CANARIA CONTEMPORÁNEA
El próximo día 6 de octubre se inaugura una nueva exposición de Joserromán Mora-Novaro en la Galería Ars Septem de Hermigua (La Gomera)
Obsesión: Idea,deseo o preocupación que alguien no puede alejar de su mente.
Después de darle muchas vueltas,he llegado a la conclusión que obsesión es la palabra que define la vida artística de Joserromán Mora-Novaro (Vallehermoso,La Gomera,1949). Por razones familiares,por un lado,y por amor al arte por otro,he tenido la oportunidad de seguir paso a paso su trayectoria sobre la que ya he tenido otras oportunidades de escribir. La obsesión por la expresión artística me parece que nació con él,y en su más tierna infancia se afanaba en garabatear,con lápices de colores,acuarelas que le dejaban los reyes magos,y pinturas diversas que andaban por los desvanes de la casa paterna,todo material que se le pusiera a tiro: tablas rotas,piedras,papeles de cuadernos escolares,que su madre colocaba por las paredes de la casa con amor. El primer lienzo de verdad que recuerdo verle pintar,fue uno de aproximadamente 1×1 m en el que intentó reproducir,de manera figurativa,el majestuoso roque Cano,que saluda a los de Vallehermoso todos los días al amanecer y que no los abandonaba hasta el anochecer. Creo recordar que aquel cuadro no se acabó y hasta hace muy poco colgaba,blanco,con los primeros trazos a lápiz de la silueta del roque y con las pinceladas de color primigenias,de una de las paredes de casa. Desde aquel intento figurativo,debilidad cuasi infantil,pasando por intenciones de emular el surrealismo de los huevos de Dalí,nos sorprendió,un buen día de no recuerdo qué año de la década de 1970 con una exposición en la Galeria Turner de Madrid,donde exhibía,creo que por primera vez en una gran capital cultural,sus esgrafiados de color que escondían la figuración que,más pronto que tarde,iba a desaparecer incluso debajo de las líneas del esgrafiador. Entonces comenzó a poner los primeros relieves característicos que más tarde se transformarían en,literalmente,estructuras sobre un lienzo.
En los últimos años,Joserromán Mora-Novaro nos deleitó con varias exposiciones en Estocolmo (Suecia),Las Palmas de Gran Canaria,San Sebastián de La Gomera (I Bienal de Canarias),Marraquech (Marruecos),etc.,dándonos la oportunidad de contemplar y admirar los primeros pasos de la serie El Agua,que se completó posteriormente con la Erosión y Réquiem,los Barrancos del Silbo y las Estructuras Húmedas. Esta exposición es una síntesis del El Agua y sus corrientes. Persiste la obsesión que se circunscribe en su inserción profunda,como una raíz,en la tierra canaria,y especialmente en La Gomera,donde traduce con su arte la también obsesión de los canarios por el agua,la lluvia,la erosión del paisaje y el estancamiento del líquido,hasta el punto que en La Gomera se llama Laguna Grande a un espacio yermo y seco del centro del Parque Nacional del Garajonay.
Joserromán lleva al lienzo,utilizando materiales diversos,el paisaje que vemos fuera o dentro de nosotros mismos,cuando el agua ha actuado como agente erosivo. Se contempla su pintura como si fuera arte abstracto: relieves anárquicos,direcciones caprichosas de los trazos,colores inauditos,texturas imposibles,algunas veces creadas por el cerebro del espectador y que una cámara fotográfica no puede captar,y,lo que es más espectacular: la sensación de movimiento que crea la luz del ambiente al deslizarse sobre el cuadro o al variar la perspectiva del observador. En esta exposición podrá contemplarse cuadros que “se mueven” dentro de sus propios límites,emitiendo a modo de una sinfonía de color que,algunas veces,parece salirse del mismo cuadro. Exactamente lo mismo que ocurre cuando se contempla el paisaje desolado por el agua y el sol de la isla de La Gomera,a medida que el movimiento del sol desliza las sombras por los accidentes del terreno y pareciendo un paisaje diferente para cada instante. Por eso,el cuadro no representa una ocurrencia abstracta. Basta con contemplarlo mirándonos a nosotros mismos,para ver en él a nuestras obsesiones y nuestro paisaje pasar delante de los ojos. Sería inútil preguntarse,como lo hace habitualmente un espectador que no experimenta ninguna emoción al contemplar la obra de arte: ¿qué es eso? Sería inútil preguntárselo,o preguntarlo,porque eso,es lo que hay.
Orlando Mora Novaro.
Arguayoda (La Gomera),septiembre de 2012