Un personaje es cada uno de los seres,ya sean humanos,animales o de cualquier otro tipo,que aparecen en una obra artística,y creo que en el Teatro de La Gomera,interpretando al vasallo en una obra medieval,hay personas que se llevarían el Goya de Honor,el Goya a Toda Una Carrera,el Goya al Vasallo Revelación y así en cada una de las categorías,(e incluso quién se llevaría más de una estatuilla),y es que ya lo decía Aristóteles: «los tiranos se rodean de hombres incapaces porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado les adulará».
No obstante,coinciden las dudas de los pseudopersonajes con las de mi persona,(en toda regla se denominan pseudopersonajes,pues se escudan en un perfil falso para escribir en los medios),cuando se preguntan si algunos se creen que los gomeros somos tonto. Así veamos un ejemplo cualquiera: ¿acaso creen los gomeros que el Presidente del Cabildo Insular goza de la mejor reputación para representarnos en la Feria Internacional de Turismo?,es más,seguro que opinan que deben ir los técnicos,que para ello han recibido formación específica,o acaso sea que nuestros políticos van como reclamo turístico al más puro estilo hollywoodense.
Definitivamente,lo que ocurre en La Gomera me recuerda a la obra del mejor cuentista de todos los tiempos,(pero no de los que tenemos aquí),sino al danés Hans Christian Andersen,y su obra «El Traje Nuevo del Emperador».
Volviendo a los vasallos,estos,como los escribanos al señor feudal,escriben a gusto y merced de su señor,y él a cambio le da sustento y cobijo. En sus pergaminos afirman que algunos articulistas escriben homilías dominicales,obviando a quiénes por excelencia,nos deleitan con su vacía verborrea,inaugurando obras que han costado millones de euros a todos los contribuyentes y que nunca se pondrán en funcionamiento o vendiendo humo (o refresco de guarapo…) con ideas del Medievo.
Para quien ama la lisonja,es enemigo quien no es adulador,y por eso actúan así los pseudopersonajes,por contra las verdaderas personas,tienen capacidad autónoma de pensamiento y de acción,y no esperan ningún tipo de prebendas,actuando por convicción (que puede ser más o menos acertadas),y por ello escriben a cara descubierta,libremente,sin que nadie financie,ordene o censure sus opiniones.