Por Lucía Abellán..- El presidente del Eurogrupo y responsable del Ministerio de Finanzas holandés,Jeroen Dijsselbloem,ha declarado este lunes que la vía escogida para Chipre,donde por primera vez en la crisis del euro se prevé dejar caer a uno de los grandes bancos de un país y se imponen quitas a los grandes depositantes e inversores,podría extenderse a otras entidades de la eurozona en problemas. Con ello,Dijsselbloem defiende que ya no serán los contribuyentes los que tengan que pagar las reestructuraciones de la banca. Por la parte contraria,supone un serio aviso a navegantes contra aquellos que tengan su dinero apostado en la banca,ya sean accionistas,bonistas o cuenten con más de 100.000 euros en la cuenta,ya que sufrirán grandes pérdidas si las entidades necesitan ser rescatadas.
“Sacar el riesgo del sistema financiero y hacerlo caer sobre las espaldas de los contribuyentes —tal y como ha sucedido hasta la fecha con Irlanda y con España— no es la aproximación correcta” al problema,ha declarado Dijsselbloem al Financial Times y a Reuters. “Si queremos tener un sistema financiero saludable y sólido,la única manera de conseguirlo es decir: ‘Mira,si has asumido riesgos ahora debes lidiar con ellos’. Y si no puedes,es que no deberías haber tomado y estas consecuencias son el fin de la historia”,ha añadido. “Esta aproximación es la que yo creo que,ahora que hemos dejado atrás el corazón de la crisis,es la que deberías tomar”,ha concluido tras una semana entera en la que los líderes europeos insistían en que el caso de Chipre era «único y excepcional». Pero se ve que no tanto.
«Debemos aspirar a un marco en el que nunca tendrá que considerarse la recapitalización directa de las entidades… Si tenemos más instrumentos que permitan el rescate con fondos propios,la necesidad de la recapitalización directa será más y más pequeña»,ha añadido. «Estoy bastante seguro de que los mercados van a ver esto como un enfoque sensible,muy concentrado y directo,en lugar de un enfoque más general»,ha concluido Dijsselbloem. Ante el revuelo causado por sus comentarios,un portavoz del jefe del Eurogrupo citado por Efe ha asegurado que «no dijo nada sobre patrones en la entrevista» y recalcó que el caso de Chipre «es único».
Las palabras de Dijsselbloem,que rompe con el principio de las entidades demasiado grandes para caer —léase Bankia— con el que que los líderes europeos justificaban las multimillonarias ayudas públicas,han tenido un impacto inmediato en los mercados financieros. En los parqués,se han disparado las ventas,sobre todo sobre los propios bancos. Entre los principales índices europeos los que más han sufrido por el cambio de rumbo del líder del Eurogrupo,que ha tenido un estreno aciago en el cargo,han sido Madrid,que ha llegado a ceder un 2,6%,y Milán,que ha caído en la misma proporción. De nuevo,el peso que tienen las entidades financieras en estas dos Bolsas ha sido determinante para colocarles al frente de los números rojos que han atravesado toda Europa. La posibilidad de seguir explorando la vía chipriota en otros países también ha pasado factura a la deuda,donde ha aumentado la presión contra España e Italia.
De hecho,la Comisión Europea sigue insistiendo en la excepcionalidad de las medidas adoptadas por el Eurogrupo en Chipre y recuerda que este diminuto país ha estado muy cerca de la bancarrota para justificar el hachazo a su sector financiero. “El país ha estado muy cerca de la bancarrota,pero ya hemos puesto una barrera y ahora tenemos que ir más allá de garantizar la estabilidad financiera de Chipre”,ha asegurado el presidente de la Comisión Europea,José Manuel Durão Barroso,en su primera comparecencia para hablar del pacto logrado. La isla,considera el presidente comunitario,habría quebrado esta semana si no se hubiera encontrado una solución.
El responsable del Ejecutivo europeo cree que el “inmenso sistema financiero” chipriota no era sostenible y por eso se ha decidido recortarlo. El presidente admite que las prácticas de lavado de dinero que se han estado desarrollando durante mucho tiempo en el país —en buena medida por parte de oligarcas rusos— son “una fuente de preocupación”,pero que el país se ha comprometido a someterse a una evaluación independiente sobre el cumplimiento de las reglas antilavado de capitales.