La directora general de Tráfico,María Seguí,explica este martes en el Congreso el futuro Reglamento de Circulación,que subirá el límite de velocidad en autovías y autopistas a 130 km/h según tramos y condiciones climatológicas,y obligará a los ciclistas a llevar el casco en las ciudades.
Aunque pendiente de aprobación,el borrador del anteproyecto del real decreto,por el que se modificará el Reglamento General de Circulación,ya avanzaba importantes modificaciones en los límites de velocidad en carreteras y ciudad y la eliminación de la práctica totalidad de exenciones en el uso del cinturón.
En cuanto a la velocidad,Seguí informará ante la Comisión de Seguridad Vial de la intención de elevarla hasta los 130 kilómetros por hora solo en determinados tramos de autovías y autopistas en los que,además de no registrar accidentes históricamente,cumplan con óptimas condiciones meteorológicas,ambientales y de pavimentación.
El futuro reglamento también propone una reducción de la velocidad máxima a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales con arcén de 1,5 metros,establecida actualmente en 100,mientras que en muchas calles del país no se podrá circular a más de 30.
Seguí también quiere que todos los ciclistas usen el casco en ciudad y que,como norma general,circulen por la calzada,a excepción de los menores de 14 años que,acompañados de un adulto,podrán ir en bicicleta por las aceras dispongan o no de carriles bici.
La propuesta ya ha generado críticas en la oposición. Desde el PSOE califican la obligatoriedad del casco de «aberrante»,pues creen que lo único que se conseguirá es desincentivar aún más la utilización de este medio de transporte en los núcleos urbanos.
Opinión que comparten la Coordinadora ConBici,la Asociación de Ciclistas Profesionales y el ganador del Tour de Francia de 1988,Pedro Delgado,quien defiende que la imposición del uso del casco no beneficiará el empleo de este transporte en la ciudad y de que este no sirve para nada si un coche arrolla a una bicicleta.
Tampoco el Ayuntamiento de Madrid está de acuerdo con la norma y ayer aprobó por unanimidad una declaración institucional que insta al Gobierno a «reconsiderar» la obligatoriedad «teniendo en cuenta las opiniones de los usuarios y de asociaciones probicicleta a favor de implantar medidas de seguridad activas para mejorar la prevención de los accidentes de ciclistas».
Sí que se han mostrado a favor del uso del casco en ciudad una veintena de asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico,aseguradoras y clubes de automovilistas.