Rosalía Sánchez  .- Tenemos por delante un verano más caliente de lo habitual. El próximo 23 de junio expira en la mayoría de países -el 21 de junio en España- la protección de la patente de Viagra,fabricada con el consorcio químico Pfizer,y el resto de las compañías farmacéuticas se apresura a fabricar su propia pastilla de estimulación con el mismo principio químico.
El sildenafil,o compuesto UK-92,480,es un fármaco concebido para tratar la disfunción eréctil y la hipertensión arterial pulmonar que fue sintetizado por Pfizer en su centro de investigación de Sandwich,Inglaterra. Después de 15 años de exclusiva,los laboratorios del sector están ya empaquetando diversos genéricos que pondrán en el mercado a precios mucho más baratos. Ha llegado la hora del Viagra para todos.
Según el portavoz de la asociación Progenerika eV,Bork Bretthauer,28 empresas competidoras han obtenido ya la aprobación del Ministerio Federal de Medicamentos y Productos Sanitarios (BfArM) en Alemania para la comercialización de su propio producto.
«Llevan meses preparando este momento y en casos de patentes como ésta los genéricos inundarán el mercado en cuestión de horas,calculo»,prevé Bretthauer,quien advierte sobre una guerra de precios que hará accesible el estimulador a cualquier bolsillo.
Pfizer,de hecho,en previsión de la nueva competencia,ha anunciado ya que el 1 de julio pondrá en el mercado una versión low cost de su propio medicamento que podrá conseguirse por entre 2,08 y 6,25 euros por píldora,dependiendo del tamaño del envase,cuando hasta ahora costaba entre 10,30 y 14,96 euros por pastilla,dependiendo de la intensidad del impulso. El producto original,en todo caso,se mantendrá en el mercado.
Esta guerra de precios es causa de preocupación en el sistema sanitario alemán. El sidenafil actúa en el organismo durante 5 horas y no se recomiendan dosis superiores a los 25-50 mg por día,en ningún caso más de 100 mg. Un tratamiento prolongado,además,debe ser compatible con el estado general de salud del enfermo y es previsible que el hecho de que el producto comience a ser todavía más accesible multiplicará su uso recreativo y evitará a menudo el necesario control médico,aumentando los riesgos cardiovasculares y demás efectos secundarios de la píldora,que en absoluto es inocente una vez entra en el organismo.
Las autoridades sanitarias alemanas advierten,además,contra el uso de productos falsos y avisan que la población de más de 60 años de edad es la más susceptible de caer presa de engaños y comprar medicamentos fraudulentos,con considerables riesgos para su salud.
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