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Panero y yo. Mi adiós al «Poeta Maldito»

Hoy 5 de marzo de 2014,nos dejó en Las Palmas de Gran Canaria,Leopoldo Maria Panero,el llamado y con razón,»Poeta Maldito». Solo tenía 65 años,pero su trágica andadura y quebrantada salud,no dio para más.
Nació en la durísima posguerra madrileña de 1948,hijo,hermano y sobrino de poetas,tuvo una formación humanista (estudió Filosofía en Madrid y Filología en Barcelona),y fue un izquierdista radical y militante antifranquista,dando con sus huesos en la cárcel por ello.
Desde muy joven cae en las redes del alcohol y de toda clase de drogas,aunque sin dejar escribir sus impresionantes poemas y en 1970 su genial cerebro quiebra y tiene que ser ingresado por primera vez en un psiquiátrico.
Los repetidos internamientos ,no le impidieron desarrollar una abundante obra,como poeta,ensayista,traductor y narrador,acumulando premios y galardones literarios frutos de su consumado arte como escritor,hasta su ingreso permanente en 1980 en el psiquiátrico de Mondragón.
En los años 90 unos amigos médicos y artistas logran traerlo al Psiquiátrico de Las Palmas,por su mejor clima y la amistad y compañía solidaria de muchas buenas personas,que de una manera u otra velaban por el y le hacían compañía.
Nos presentó,por esas fechas un vecino nuestro de Tomás Morales,también genial artista (el pintor Manolo Ruiz),y asistíamos juntos a las improvisas tertulias,de interesantes y variopintos personajes,en la heladora frente al Capitol,donde los atendía el amigo desaparecido Paco Cabrera,que hacía el mejor café,muchas veces invitado.
A veces,fruto de su genio,Panero se cabreaba,y se exilaba temporalmente,a otra heladora de la competencia,frente al Instituto,hasta que pronto se le pasaba y volvía al redil y al buen café. También se le veía (casi era parte del paisaje) sesteando en los bancos de la zona,siempre con su macuto con libros.
Algunos días Manolo y yo al atardecer lo subiamos en mi coche al Psiquiatrico del Sabinal donde pernoctaba. El decía: «el Manicomio donde yo estoy dentro y los locos fuera». Una tarde nos dio un susto subiendo por Tafira,donde en plena marcha abrió su puerta gritando: «quiero mear». Al llegar lo dejabamos en la misma puerta,pero el luego cruzaba y entraba en una espacie de bar,donde seguro se echaba un pizco,vaya ud. a saber de que.
Recuerdo la tarde que Manolo (que era profesor de la Escuela Luján Perez),me invitó a grabar para la radio una conferencia de Panero en dicho Centro Artístico. El evento era glorioso,la gente ni respiraba oyendo al genio multidisciplinar,que disertaba sobre la pintura,la literatura la filosofía y lo divino y lo humano,y yo grabando en directo,cuando de repente Panero grita «no hablo más hasta que me traigan una coca-cola». Se paró la conferencia,se paró la grabación,le fuimos a comprar una coca-cola,se la tomó de un trago y siguió disertando como si tal cosa.
Leopoldo Maria Panero,genio y figura,se nos ha ido hoy jueves 6 de Marzo de 2014,son las 6 de la tarde,la hora de la tertulia y del café,que hoy nos va a saber amargo.
(*) Periodista y escritor

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