Murió el primer Presidente de la joven democracia española,Adolfo Suárez. Una persona única. Un líder moderno que emergió rutilante del antiguo y oscuro régimen franquista,en el que llegó a desempeñar el cargo de Director General de la Televisión Española,la única que había entonces,en blanco y negro.
Tras la muerte de Franco fue nombrado Ministro Secretario General del Movimiento,en el primer gabinete de Arias Navarro. Su extraordinaria capacidad para alcanzar acuerdos,antes impensables,entre los dos bandos aún enfrentados,cuarenta años después,desde de la guerra civil española,hizo posible una transición ejemplar de la Dictadura a la Democracia. Su encanto personal y el dominio de las técnicas de comunicación lo convirtieron en el primer líder mediático democrático español. Un fenómeno político sin parangón.
El Rey le encargó el segundo gobierno de su reinado,en 1976,tras la muerte de Franco,y la voladura controlada de las estructuras políticas del antiguo régimen. Una misión que ejecutó con una extraordinaria habilidad y que estuvo a punto de costarle la vida. Arrasó en las primeras elecciones democráticas de 1977 y volvió a hacerlo en 1979. Su extraordinaria determinación política lo llevó incluso a su sacrificio personal,y presentó su dimisión como Presidente del Gobierno,para consolidar los avances democráticos y evitar la involución que anticipaba el grotesco golpe de Estado del coronel Tejero,en 1981.
Todos los españoles y canarios le estaremos siempre agradecidos,porque hizo posible que hoy vivamos en un país democrático y europeo. Sin Suárez,la historia hubiera sido muy distinta y seguramente sangrienta. Descanse en paz quien supo poner de acuerdo en un proyecto nacional democrático común a Carrillo y Fraga. A Cataluña,el País Vasco y Madrid. Al antiguo régimen y a los que clamábamos por la apertura democrática y la europeización de España.
Murió después de una larga e injusta enfermedad,que le privó durante años del recuerdo de su enorme gesta. Nosotros sin embargo nunca lo olvidaremos. A partir de ahora,la figura política de Adolfo Suárez,un centrista puro,alcanzará la dimensión que sólo la historia otorga a unos pocos elegidos que han sido capaces de cambiarla. Los centristas canarios nos unimos al dolor de su familia,que es la nuestra,y reconocemos su sacrificio y apoyo al presidente Suárez durante su vida política.
Su ejemplo está hoy más vivo que nunca,para alcanzar el consenso entre las posiciones distantes,del PP y el PSOE,Cataluña y Madrid,Soria y Rivero. Su sacrificio personal y político demostró una extraordinaria altura de miras que sólo los grandes hombres de estado alcanzan. Aquellos que anteponen el interés general al suyo,la gente a la poltrona,su misión a su ambición.
El CCN se siente hoy más orgulloso que nunca de su inspiración centrista suarista,que se fraguó en la Moncloa durante la transición,ya que el Presidente Fundador,Lorenzo Olarte,trabajó codo con codo con Adolfo Suárez en la Presidencia el Gobierno y en aquella UCD que,en sí misma fue una lección de tolerancia política,como federación de partidos centristas de toda España,a la que se incorporó inicialmente la Acción Canaria de Olarte y Bergasa.
Tras la desaparición de UCD,Olarte continuó con Suárez en el CDS,partido con el que llegó a ostentar la presidencia del Gobierno de Canarias. Posteriormente,tras la retirada de Suárez de la vida política,Olarte fundó el actual CCN.
Una federación de partidos centristas canarios que ha sido capaz de llegar a acuerdos con anteriores enemigos políticos irreconciliables,demostrando cada día nuestro talante conciliador centrista. Gracias Adolfo y descansa en paz.
*Presidente del Centro Canario Nacionalista,CCN