“De ilusiones no se vive,pero por ellas se combate”,escribe el consultor político Antoni Gutiérrez-Rubí en un interesante artículo sobre la necesidad de alentar la esperanza como el mejor antídoto contra “el fatalismo,el determinismo y la parálisis”. Esta es la esencia del mensaje que tratamos de infundir entre los ciudadanos en una campaña electoral europea en la que proponemos dar un paso firme y construir con el apoyo de Europa lo que se nos niega por parte del Gobierno de España.
La crisis ha puesto en evidencia las debilidades de nuestra economía y los errores que hemos cometido en el desarrollo de un modelo que necesita una revisión urgente,pero también ha puesto ante nuestros ojos las fortalezas a las que debemos agarrarnos para que Canarias construya con sus propios elementos (tierra,mar y aire) una nueva arquitectura económica.
No podemos permanecer anclados en el interminable debate sobre las causas que han provocado esta crisis y la crítica permanente entre unos y otros. Debemos focalizar toda la atención en impulsar sin más dilación todas aquellas medidas que están a nuestro alcance para ofrecer respuestas inmediatas. Me resisto a aceptar que en Canarias –y en el resto de España- hayamos claudicado y asumido como una realidad inamovible que toda una generación está condenada a sufrir las consecuencias de la crisis y de la política de recortes y ajustes impulsada por la troika europea y aceptada por España.
En El Hierro tuvimos un sueño: nos propusimos ser la primera Isla del mundo que se autoabasteciese de energía. Y hoy la central hidroeólica de Gorona del Viento está construida,y ha dejado de ser un sueño para ser una realidad. En Canarias existen miles de alternativas que nos aporta la propia naturaleza para ser autosuficientes en materia energética,pero también en agua y alimentos. Alternativas que debemos explorar en un camino que nos permitirá crecer como pueblo y construir salidas reales a quienes hoy viven aterrados por un futuro incierto.
Pese a que “España se ha bajado del tren de las renovables”,tal como se indica en un reportaje publicado por el diario El País,“el resto de nuestros vecinos europeos no lo han hecho. No en vano,Alemania se ha marcado como objetivo el 80% de renovables para 2050”. Y es por eso que debemos buscar aliados en el seno de la Unión Europea para incrementar la participación de Canarias en los programas europeos de protección del medio ambiente y de implantación de energías no contaminantes para favorecer la conservación del entorno y la implantación de un modelo propio de desarrollo sostenible y empleo.
Tenemos a nuestro alcance,pese a que muchos crean que es un sueño,que Canarias sea considerada como un territorio especial en el seno de la UE en el aspecto energético. Canarias tiene un enorme potencial en energía fotovoltaica,eólica,geotérmica,de biomasa y mareo/undimotriz,por lo que puede aspirar a ser un territorio 100% renovable en poco tiempo,lo que supondría enormes beneficios económicos,sociales y medioambientales: creación de miles de puestos de trabajo,contribución a la lucha contra el cambio climático y disminución de la dependencia exterior,esto es,del petróleo y del gas.
Las energías fósiles son contaminantes,caras y están en manos de unos pocos. Las renovables,son limpias,baratas e inagotables. Dejemos que las energías fósiles descansen en paz. Las energías renovables no son solo el futuro: son el presente.
Nuestro “no” al petróleo es nuestro “sí” a las renovables. Por eso hemos de apostar por un cambio del modelo energético,modificando la aplicación de los fondos europeos,pasando de utilizarlos en infraestructuras convencionales al desarrollo de las fuentes renovables,la generación distribuida,la participación ciudadana y redes inteligentes. Y no podemos perder la oportunidad de aliarnos con Europa para convertirnos en un ejemplo de un territorio sostenible y renovable.
Tenemos que frenar la política del Gobierno del Estado –que ha provocado que la inversión en renovables haya pasado de 2.200 millones en 2012 a tan sólo 535 en 2013- y que Canarias se embarque en el camino trazado por los expertos de la ONU que forman parte del IPCC (Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático): prescindir de los combustibles fósiles y apostar por más renovables. Las renovables aportan 1,36 euros por cada euro que reciben: entre 2005 y 2011 ahorraron 28.482 millones de euros frente a 20.875 millones de euros en primas.
De ahí la importancia de estas elecciones,que muchos consideran tan lejanas. El futuro Parlamento europeo y la nueva Comisión están obligados a forzar a todos sus Estados miembros a sumarse al cambio que reclaman los expertos y por el que ya se transita en muchos países europeos. La necesidad fuerza a buscar nuevas opciones. Existen alternativas y no nos podemos resignar a ceder a nuestros hijos un territorio condenado al fracaso porque algunos no se atrevan a soñar y tengan un concepto fósil de la economía.