Icono del sitio Gomeranoticias

Cohabitación

Las declaraciones de Clavijo desmarcándose de la gestión del Gobierno de Canarias en asuntos sociales ha suscitado el interés en los medios y la ciudadanía. Un interés alimentado por la muy socarrona respuesta de Rivero,al asegurar que cuando supo de las declaraciones creyó que las había hecho alguien del PP. Pero al margen de ese toma y daca tan característico del ajuste de cuentas entre colegas de partido,lo que está claro es que Clavijo y Rivero han roto todos los canales de comunicación. Clavijo cree que para recuperar el voto de la calle precisa distanciarse de quien es visto –según los sondeos que maneja Clavijo- como el peor presidente de la Autonomía,responsable de una gestión en tiempos de crisis que no ha contentado a nadie. Sería injusto decir que Rivero no se ha esforzado: es un hombre que trabaja mucho,o al menos eso es lo que él nos dice a todas horas. Pero ha sido un presidente inmovilista,incapaz de renovar equipos (ha mantenido con el PP y con el PSOE a la misma pléyade de petard@s),autoritario,belicoso y empeñado en un enfrentamiento con el Gobierno de la nación que –a la postre- a quien ha perjudicado ha sido a Canarias. Su intención de volver a repetir un tercer mandato colocó a Coalición en el disparadero (es el primer presidente públicamente rechazado como candidato por su propio partido) y ha sido un tipo bastante follonero en sus relaciones con los estamentos y grupos sociales. Se ha peleado con los médicos,con los jóvenes,con los medios de comunicación,con los funcionarios y con los empresarios.
Apartarse públicamente de Rivero,su gestión y sus modos de gobernar es casi una cuestión de supervivencia para Clavijo. Y por eso va a seguir haciéndolo cada vez con más insistencia. Clavijo no tiene ningún interés en cohabitar con Rivero. Lo que quiere es desmarcarse de él,demostrar que puede ser un presidente diferente y hacer las cosas de una forma diferente. La imputación le ha convertido en un candidato expuesto y frágil y un permanente pulso con Rivero –sobre todo si lo hace en nombre de las políticas preteridas y los grupos y ciudadanos ninguneados y maltratados por Rivero- sitúa la atención en dónde más le gusta al personal: en la bronca y el espectáculo. Y además,en esa dinámica es fácil contar con la colaboración de Rivero. Responde a todas las provocaciones como un torito bravo. Esta precampaña no va a ser la de la cohabitación. Va a ser la de la tetosterona.

Salir de la versión móvil