ALFONSO OJEA .- Exceso de celo,falta de confianza en sus subordinados o simplemente una huida de unas aburridas vacaciones familiares. El sargento responsable del Puesto de la Guardia Civil en Calaña se marchó de vacaciones en agosto de 2012.Un cabo se hizo cargo entonces de las funciones de Comandante de Puesto.
Por lo que parece el sargento no debía disfrutar mucho con su periodo vacacional porque su presencia en las instalaciones de la Benemérita era casi continua. Revisaba el correo electrónico casi a diario en su despacho y localizaba los fallos que estaban produciendo. Uno de esos fallos o más bien lentitud burocrática era la que se estaba produciendo con los atestados. Se lo hizo saber mediante un comunicado colgado en el tablón de anuncios al cabo responsable del destacamento.
Nada más conocer ese comunicado,el cabo llamó por teléfono para decirle al sargento lo que consta en las diligencias: «con su debido respeto y subordinación,estoy hasta los cojones de que me molesten por su culpa,usted está de vacaciones,así que no se meta más en el Puesto,no tiene por qué ver el cuadrante ni aparecer por la oficina,ni decirme nada más,el Comandante del Puesto soy yo ahora,así que si me vuelve a molestar y decir cosas a través de mis subordinados,voy a dar cuenta suya»,
La denuncia del superior no se hizo de rogar como tampoco la sanción que ahora el Supremo ha confirmado. Seis meses de suspensión de empleo y sueldo más perdida de destino por una falta muy grave de desobediencia e indisciplina frente a las órdenes de un superior….un superior que estaba de vacaciones.