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La reportera que tuteó a Felipe VI y otras meteduras de pata con la realeza

CONSUELO FONT.- El tuteo de la periodista deportiva María Victoria Albertos al Rey Felipe VI durante la entrevista que le concedió el domingo en la final del Eurobasket sigue dando mucho de qué hablar.
Pero ya puede dar gracias la alicantina por tener enfrente al Monarca,que reaccionó con una impecable sonrisa,en vez de un miembro de la familia real de Dinamarca. Lo prueba la reacción de la Reina Margarita ante un periodista que la tuteó en una rueda de prensa en abril del año pasado con motivo de su 75º cumpleaños. «Perdone,pero no creo que hayamos ido juntos a la escuela,ni que pertenezca a mi familia,así que no entiendo por que utiliza ese trato»,le reprendió.
Mucho más desairada fue la reacción de su hijo,el príncipe Joaquín,cuando en una ocasión un periodista eludió tratarle de Alteza Real.»Cuando se dirija a mí,utilice por favor la condición que me pertenece,si no la entrevista se ha terminado»,le cortó secamente.Y es que las monarquías europeas,pese a haberse adaptado bastante a los nuevos tiempos,mantienen unas normas de protocolo muy estrictas. Eso le ocurrió a Michelle Obama,la primera dama estadounidense,en la visita que realizó con su marido al Reino Unido en el año 2009. Ante la afectuosa bienvenida que le dirigió Isabel II,no se le ocurrió otra cosa que corresponderle con un abrazo que dejó atónitos a los presentes,ya que la norma dicta que no se puede tocar públicamente a la Reina de Inglaterra. Tampoco su marido,el presidente Obama estuvo acertado,ya que calculó mal el tiempo de su discurso,con lo cual comenzó a sonar el 'Good save the Queen' y la Reina 'pasó' de escucharle para ponerse firme ante su himno,ante lo cual Obama tuvo que volver a empezar.Un lío con el protocolo.
Claro que no todos los miembros de la familia real británica pueden alardear de exquisitez protocolaria,ya que Felipe de Edimburgo se ha hecho famoso por el calibre de sus históricas meteduras de pata. Como ejemplo,cuando preguntó a la líder laborista escocesa Annabel Goldie,que lucía una corbata de cuadros escoceses: ¿También llevas el mismo estampado en las bragas?».
Más impertinente fue al espetar a una nonagenaria que iba en silla de ruedas,tapada por una manta de material similar al aluminio,si la van a meter «en el horno». O,cuando en plena Guerra Fría,le preguntaron si le gustaría visitar Rusia,y respondió: «Mucho,aunque esos cabrones asesinaron a la mitad de mi familia!. Parece que su nieto el príncipe Enrique,hijo del príncipe Carlos,ha heredado su peculiar sentido del humor,pues también son famosas sus frecuentes 'boutades'. Desde comentarios tipo «matar talibanes es como jugar a la Play Station» a protagonizar escándalos,como cuando en 2005 se disfrazó de nazi,desatando tal polémica que tuvo que pedir perdón a la comunidad judía.
Sin llegar a esos extremos,la Familia Real española tampoco se ha librado de protagonizar o padecer mas de un «gazapo» protocolario. Algunos han dado la vuelta al mundo como el famoso «¿Por qué no te callas?» del Rey Juan Carlos a Hugo Chávez durante una cumbre iberoamericana o el «Déjame hablar» de Doña Letizia,mandando callar a Felipe VI en su pedida,e incluso la «amnesia» de la infanta Elena en su boda,olvidando pedir el preceptivo permiso a su padre. Especialmente a Don Juan Carlos,su 'campechanía' le ha llevado a protagonizar un sinfín de anécdotas que poco casan con el protocolo regio.
Una de las más simpáticas tuvo lugar en enero de 2011 cuando,en medio de la solemne presentación de cartas credenciales por los embajadores de Marruecos y Honduras,comenzó a sonar el móvil del monarca con el politono de un bebé riéndose. El Rey salió corriendo a cogerlo,ante las carcajadas de los presentes: «Perdón,es que tengo un teléfono un tanto peculiar»,se excusó.
Situaciones surrealistas
Otra de las situaciones más surrealistas que se recuerdan,esta vez protagonizada por la Reina Letizia,también se produjo en una recepción al cuerpo diplomático en 2012. En el besamanos,cuando iba a saludar al encargado de negocios de la embajada de Camerún,Óscar Matondo,Doña Letizia,queriendo ser cortés,le dirigió unas palabras,y éste salió corriendo despavorido dejándola con la mano extendida. La razón fue que Matondo llevaba poco tiempo en España y todavía no dominaba el idioma,ante lo cual sintió tal vergüenza que puso pies en polvorosa.
Otro sonado fallo protocolario también padecido por Doña Letizia fue durante un viaje a Perú en noviembre de 2010,cuando a su llegada en el coche al palacio presidencial,Don Felipe fue recibido con todos los honores mientras a ella se le hizo el vacío total. Hasta el punto que tuvo que bajarse sola del automóvil y muy incomoda,pidió árnica,siendo dirigida hasta la tribuna donde se reunió con su marido. El mandatario peruano Alan Garcia,para paliar el desaire,fue de inmediato hacia ella ofreciéndole su brazo para pasar por la alfombra roja.
Así como la Reina Letizia ha protagonizado y padecido más de un incidente protocolario,no puede decirse lo mismo de su suegra,Doña Sofia. Por citar un «desliz» suyo,del que probablemente ni siquiera tuvo culpa,cuando al abandonar La Almudena el 22 de mayo de 2004,tras la boda de los Príncipes,en vez de salir del brazo del padrino,Jesús Ortiz,como es preceptivo al ser la madrina,lo hizo agarrada a Don Juan Carlos.
Precisamente una divertida anécdota de esta boda dio la vuelta al mundo cuando Carolina de Mónaco apareció en la catedral sola,mal peinada y con cara de pocos amigos. Y es que su esposo,Ernesto De Hannover,del que actualmente esta separada,se marchó la víspera de copas con otros invitados y el 'resacón' le impidió acompañar a Carolina a la ceremonia. Nada chocante en Ernesto de Hannover,uno de los 'royals' europeos cuya conducta,más que poco protocolaria,cae a menudo en la mala educación. Aparte de sus excesos con el alcohol y sus frecuentas broncas,su episodio mas lamentable fue cuando le fotografiaron orinando sobre la pared del pabellón turco en la muestra universal de la ciudad de Hannover,en el año 2000.
Aunque sin caer en tal escatología,tampoco el consorte danés,Enrique de Dinamarca,se queda a la zaga a la hora de dar cortes de manga al protocolo. Lo último fue dar plantón a su esposa,la Reina Margarita,en los solemnes actos que se organizaron por su 75 cumpleaños,cuyo plato fuerte fue la cena de gala ofrecida a los monarcas europeos,a la que la Soberana acudió sola. En palacio se adujo como excusa una fuerte gripe que luego se demostró falsa,ya que el príncipe Enrique fue fotografiado paseando tan campante por una plaza de Venecia.

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