En la Venezuela del mundo al revés, un portavoz cercano a Nicolás Madurocontactó con Lilian Tintori para «manifestarme preocupación por los atentados que recibí. Me convocaron a una reunión para ofrecerme seguridad del Servicio de Inteligencia Bolivariano (Sebin)», desveló la mujer de Leopoldo López, el preso político más emblemático del chavismo.
«Decidí no asistir porque quien me acosa, me persigue y me intimida es el Sebin. El régimen afirma que me quieren matar, así como querían matar a Leopoldo. ¡Ya nadie les cree!», denunció Tintori, quien este domingo encabezó una concentración por la paz y por la libertad de los presos políticos en Caracas.
«Reitero: el terror es política de Estado y si nos sucede algo, el responsable directo es Nicolás Maduro», sentenció la activista, quien al finalizar el acto, ante unos pocos cientos de presentes, soltó una paloma blanca «porque queremos cambiar la violencia por la paz».
Violencia contra la oposición
La ola de violencia contra la oposición, de la que Tintori ha sido el principal objetivo junto al gobernador Henrique Capriles, ha provocado una presión internacional inédita contra el chavismo. El Gobierno reaccionó con toda su fuerza durante el fin de semana, convocando a los embajadores, sacudiendo dialécticamente a quienes se atrevieron a denunciarles y repitiendo la misma estrategia que la empleada con López el año pasado.
«Le hemos ofrecido protección a ella, como a otros dirigentes de la oposición que aparecen, en informes de Inteligencia, como objetivos para generar confusión y decir que fue el Gobierno», detalló el vicepresidente Jorge Arreaza. «Tenemos información certera de que hay mercenarios a los que les están pagando 30.000 dólares, 50.000 por cometer crímenes políticos y que ella pudiese ser objetivo de esos mercenarios , financiados por la ultraderecha», reseñó Arreaza. Una teoría que, por supuesto, nadie cree en la oposición.
Mientras el oficialismo desplegaba su contraataque, Maduro insistía en la táctica del miedo. «Si el 6-D gana la oposición, prepárense para un país en caos, de violencia. Si eso sucediera, compañeros militares, me verán en la calle con ustedes. Jamás voy a recular, no voy a entregar la revolución», amenazó el primer mandatario.
Campaña millonaria del chavismo
El ‘hijo de Chávez’ también envió un enigmático mensaje contra el presidente electo Mauricio Macri, quien se ha convertido en su gran rival continental. «Sé lo que les digo: el pueblo argentino está listo para luchar», señaló el presidente.
Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea, se dedicó a donar taxis en la región por donde se presenta el domingo que viene, además de atacar a los mandatarios que han exigido el cese de la violencia. «El inmoral más inmoral del mundo es Santos, peor que Uribe. Su país está en guerra y él, preocupado porque mataron a un sindicalista mafioso», subrayó.
Las opiniones de los analistas y los datos de las encuestas coinciden en que la victoria opositora es irreversible, pese a la campaña millonaria desplegada por el gobierno parece una hidra de varias cabezas. Hasta altos cargos, incluido un ministro del actual Gabinete, han comunicado a sus colaboradores más cercanos que el principal objetivo chavista es reducir al máximo la ventaja, que hoy está situada, como media, alrededor de los 20 puntos. El último sondeo publicado ayer por Venebarómetro establece una diferencia de 15 puntos: 42,7% para la oposición; 27,6% para el chavismo.
«La oposición comienza y termina la campaña como favorita clara», resumió el politólogo Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.