Los Presupuestos de la Comunidad Autónoma para 2016 son los primeros de esta Legislatura después de que los últimos cuatro años estuvieran marcados por los recortes que el Gobierno de España ha venido haciendo a los ciudadanos, junto a una crisis caracterizada por la escasez de recursos.
Estos presupuestos ascienden a un total de 7.071,8 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 5,3%, es decir, 357 millones de euros más que en 2015, lo que permitirá el despegue económico de Canarias sin dejar a nadie atrás. Unas cuentas en que, por primera vez desde que se aprobó la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, se cumple con el déficit, deuda pública y regla de gasto. Se ha producido una mejora en el ahorro bruto, y la austeridad y eficiencia en la gestión de los recursos públicos permiten orientar todas las partidas a apoyar a los sectores productivos con la finalidad de crear empleo.
Por lo tanto, ‘de aquí en adelante’ tenemos un escenario esperanzador a sabiendas de que hubiéramos deseado mucho más en sanidad, educación, políticas sociales, etc. En estos años, los canarios hemos sido los principales sujetos pasivos de unas políticas económicas y de un serio castigo, porque no es cierto que se haya hecho el mismo esfuerzo por parte del Estado que ha disminuido el convenio de carreteras y obras hidráulicas, la desaparición de las infraestructuras educativas y turísticas, y, sobre todo, el Plan Integral de Empleo de Canarias (PIEC), con la alta tasa de desempleo que tenemos en nuestra tierra.
En el debate pero ‘una cosa es predicar y otra dar trigo’ y eso es lo que hacen quienes tienen la responsabilidad de decidir cómo se aplica el gasto público.
Estos presupuestos son los que comienzan a priorizar en los servicios públicos, aunque el mismo tiene limitaciones por el marco comunitario y estatal de las políticas presupuestarias, pues la ley establece que la prioridad absoluta es saldar la deuda y esa no puede ser enmendada.
En los próximos presupuestos se empieza a generar confianza, pues casi ochenta de cada cien euros se destinan a sanidad, educación y políticas sociales, al mismo tiempo que refuerzan las de empleo y vivienda, así como las partidas destinadas al impulso a los sectores productivos, que crecen de forma importante, especialmente, las de innovación, desarrollo e investigación, es decir, apuestan por las políticas sociales, y por la diversificación e internacionalización de la economía y el conocimiento.
En cuanto a La Gomera, es difícil entender los motivos del “suspenso” cuando se incrementan considerablemente los recursos destinados a la Isla, y a pesar de los que nos corresponda en el reparto del IGTE, en el trámite de enmiendas, el Grupo Nacionalista Canario incorporará algunas, destacando alguna en obras, redacción de proyectos o infraestructuras, así como la prioridad de seguir actuando en las zonas afectadas por el trágico incendio de agosto de 2012, compromiso adquirido en una PNL desde Septiembre del 2012.
Estos presupuestos no hacen que crezca la economía, sino que deben garantizar los servicios básicos la atención a las personas que más lo necesitan y, por supuesto, son una herramienta económica financiera y fiscal.
En definitiva, estos presupuestos deben ayudar a que la salida de la crisis sea justa, solidaria y ayude a quién más difícil lo tienen, sobre todo, en materia de empleo, vivienda, la prestación canaria de inserción ((PCI), etc.
Por eso, para La Gomera van a ser unos presupuestos que apuestan por las personas con el fin de crear empleo que es la prioridad que demanda la ciudadanía y, además, son solidarios, ya que se distribuyen en todos los municipios de la Isla, y que un año más, se ven incrementados en un porcentaje superior a la media del resto de las islas.
Así se construye Canarias, desde el diálogo, la solidaridad y el consenso que ha sido una de las prioridades y compromiso adquirido por el presidente del Gobierno en el discurso de investidura.
Víctor Tomás Chinea Mendoza
Secretario General Insular de Coalición Canaria de La Gomera