La «numerología con connotaciones terroríficas» se ha convertido en una de las más demandadas a la hora de jugar a la lotería de Navidad, advierte el portal de Internet Ventura24.es en vísperas de que se celebre el día de Todos los Santos. Como ejemplo: el número 13, uno de los que peor fama tienen en la cultura popular es, sin embargo, uno de los más vendidos.
En la Fórmula 1, en los portales de algunas calles, en ciertos y en los aviones de algunas compañías no existe el número 13 debido a la creencia popular de que esta cifra tiene alusiones «fatídicas y es símbolo de malos augurios». Incluso existe un nombre para la fobia desproporcionada hacia este número: triscaidecafobia.
Y a pesar de esta reputación, el 13 se encuentra entre las más vendidas por estas fechas en España para la lotería de Navidad. «La búsqueda y compra masiva de esta terminología es ya un sinónimo de suerte.», afirma Zuriñe Sáez de Viteri, directora general de Ventura24.es.
Historia del ’13’
En el mundo del motor, el 13 no tiene muy buena imagen y es que desde hace años que no se asigna en los dorsales de los competidores. La tradición se remonta a 1925, cuando el piloto francés Paul Torchy falleció en el Gran Premio de San Sebastián al chocar contra un árbol cuando portaba el número 13. Conocido también son los «12+1» títulos ganados por Ángel Nieto.
Los aviones también prefieren evitar esta «maldición» del 13 en las filas de sus asientos. Compañías aéreas como la española Iberia, la italiana Alitalia y la panameña Copa Airlines no cuentan con dicho número: la fila que sigue a la 12 es la 14.
En el mismo caso se encuentran muchos edificios que prefieren omitir el piso 13, saltando del piso 12 al 14 para evitar la angustia de los triscaidecafóbicos. En su lugar, juegan con la numeración, como por ejemplo el 12A y 12B. Lo mismo sucede en los hoteles, donde muchos prefieren no tener una habitación número 13.
El calendario también da un especial protagonismo al famoso número con sus martes y viernes 13, que forcejean en popularidad entre sus más admirados seguidores y sus fieles detractores.
«Pese a que somos un país supersticioso a la hora de comprar lotería, lo cierto es que no nos importa retar a la mala suerte», resalta Zuriñe Sáez de Viteri. «Tanto es así, que la gente se lo ha tomado al revés, y precisamente consideran estos números fatídicos como sus cifras de buena suerte y su amuleto para los juegos de azar», explica.
Otros números fetiche
También hay quienes recurren a la cultura oriental para desafiar a las costumbres y ritos y consideran el 4 y 9 sinónimos de buena fortuna. En Japón, ambos son números de mal augurio. Esta leyenda se debe a que los dos están asociados a términos trágicos y de agonía. Mientras que el número 4, en chino se dice ‘shi’, que es el mismo sonido que tiene la palabra que significa «muerte», el 9 se lee como ku que se asocia a «sufrimiento».
Pero estas cifras no son las únicas utilizadas para jugar a la lotería. La terminación 666 relacionada con Satanás y el Anticristo, es también una de las terminologías preferidas, al igual que fechas de defunciones de allegados o de personalidades famosas. El día del fallecimiento de una persona querida es para muchos una fecha clave y su talismán perfecto para la buena suerte.