Por Pablo Jerez Sabater.- Corría el año 1911 y el diario ABC brindaba una noticia, cuanto menos, singular: “Próximamente va a ser puesta en escena en Berlín, con todo aparato, la ópera de asunto español Gomera, cuyo libreto ha escrito la distinguida escritora baronesa Catalina von Pommer Esché, perteneciente a la más alta aristocracia berlinesa; la música es del famoso compositor Georg Pittrich [1870-1934]. La base del argumento es la toma de La Gomera (Canarias) por los españoles, y en la ópera figuran los generales Hernán Peraza y Pedro de Vera, y doña Beatriz de Bobadilla, esposa del primero y dama de Isabel la Católica. El estreno de esta ópera en el teatro Imperial se supone que ha de ser un acontecimiento artístico. Los dibujos de los trajes de cuantos personajes figuran en la ópera han sido encargados por los autores al notable pintor español D. Diego López, que ha puesto ya manos a la obra”.
La ópera –dividida en tres actos-, hasta el momento, había sido cosa inédita. Nada sabíamos de su existencia salvando un breve comentario en el trabajo que el historiador Ricardo Valeriano realizó sobre esta baronesa alemana nacida en Berlín en 1852 y que en 1910 visitó Hermigua, donde refería la existencia de esta música inspirada en la Isla.
Sin embargo, se ha localizado en la biblioteca del Conservatorio de Música de Murcia una copia de la misma manuscrita versionada para piano y voz. El original, en lengua alemana y su orquestación, aún no ha sido hallado. Tampoco hay referencias de que haya sido puesta en escena en España –mucho menos en Canarias-, pero su valor lo singulariza la trama literaria ambientada en La Gomera. Al igual que a finales del siglo XIX, en una revista canaria llamada El ramillete literario fue publicada una pequeña novela llamada Pedro el gomero, donde se narraban los amoríos entre la Bobadilla y un indígena gomero –acaso la primera novela histórica ambientada en la Isla-, unas décadas más tardes encontramos el primer y único libreto operístico que tiene como referencia La Gomera. De momento nada sabemos sobre la misma, salvando las referencias publicadas por El Levante Musical en abril de 2015 donde dan a conocer el hallazgo del manuscrito.
Precisamente, pocas son las referencias sobre el autor de la partitura, conociéndose apenas una quincena de composiciones y una biografía que lo sitúa como contemporáneo de Richard Strauss y como maestro de capilla en Alemania. Ello no quita un ápice de interés acerca de la partitura ni sobre las de rastrear su búsqueda y –quién sabe- ver un día una representación en la Isla.
Pocas son las referencias literarias sobre La Gomera a lo largo de la historia, mucho menos las musicales, de ahí el interés en rescatar un documento único de una aristócrata alemana que tras visitar La Gomera en 1910 decidió escribir un libreto para una ópera que fue estrenada en Alemania. Ya desde entonces, la Isla fascinó al mundo germano, como sigue haciéndolo hoy en día. Ojalá un día las autoridades proyecten recuperar, un siglo después, la única –hasta el momento- ópera inspirada en la Junonia minor.