La CUP da definitivamente por cerrada la posibilidad de investir Artur Mas como presidente de la Generalitat. «Esperamos que aquellos que no han movido ficha, ahora lo hagan», ha dicho la diputada de la CUP, Gabriela Serra, en una clara referencia a Junts Pel Sí.
La veterana diputada de la izquierda anticapitalista ha hecho de portavoz en una intervención en la que ha admitido que el proceso hasta el definitivo no a Mas «se habría podido hecho mejor», pero que se hubiera podido hacer «mucho peor» y que finalmente, «se ha hecho muy decentemente». A su lado, el diputado Sergi Saladié, ha insistido en que «no cerramos la puerta» a ningún otro candidato de Junts Pel Sí.
Según fuentes de la formación las mismas fuentes, de los 68 miembros que tenían derecho a voto, 36 habrían votado en contra de investir Mas y 32 a favor. Una radiografía de la división interna que ya se expresó en la asamblea de hace una semana de Sabadell y que se ha mantenido a lo largo de una mañana intensa, en la que diferentes fuentes advertían que habría un desenlace «igualado”.
De esta manera se impone la posición de no investir el actual presidente en funciones, tal y como siempre había dicho la formación, una posición que se expresará con 10 abstenciones. La pelota, ahora, pasa de nuevo al tejado de Junts Pel Sí, que deberá decidir ahora si expone a Mas a otro debate de investidura o si se espera ya al día 10 de enero, cuando se convocarían elecciones automáticamente si no hay ningún presidente investido.
Más inesperado sería el escenario de Junts Pel Sí cambiando de candidato a última hora, lo que sería toda una sorpresa teniendo en cuenta que la coalición sellada entre CDC y ERC ya ha avisado que no hará ninguna propuesta más a la CUP. Lo más factible, a estas alturas, es que Catalunya vuelva a celebrar unas nuevas elecciones, previstas para el mes de marzo.