En Tenerife serían los “Gorgoritos” por ser Gorgorito el títere más famoso, salvador de princesas y matador de brujas malas. El pobre Gorgorito nunca tuvo que enfrentarse a policías ni jueces. Solo mataba brujas porque, aquí, en las colonias, solo las brujas son personajes verdaderamente malos. Monjas vendedoras de niños, curas pederastas, corruptos que saquean el dinero público, viejos libidinosos no son el enemigo. Solo las maléficas brujas raptoras de princesas. Los Gorgoritos no pueden ser aquí borrachines, pendencieros, descarriados, anarquistas……pero defensores de pobres y oprimidos y azotes del poder como era Monsieur Guignol.
Los pobres dos integrantes de la compañía “Títeres desde Abajo” debieron coger de personaje a Gorgorito y no a D. Cristobal para su espectáculo “La Bruja y Don Cristóbal. A cada cerdo le llega su San Martín” Según el tótem mediático de la “progresía” hispana, “El País”, estos desalmados titiriteros y su D. Cristobal dedicaban sus personajes de madera a incitar a convertirse los niños en peligrosos okupas, ahorcar jueces venales, dar cuchilladas a diestro –mejor a siniestro- con mujeres embarazadas etc. El momento culminante que exasperó a la concurrencia fue el mostrar uno de los títeres una pancarta con un “Gora Alka-ETA” lo que obligó a intervenir a la Policía Municipal madrileña, con el apoyo de dos patrullas del Cuerpo Nacional de Policía de las Brigadas Provinciales de Seguridad Ciudadana y de Información especialistas en la lucha antiterrorista, para reducir, detener y llevar ante el juez a los peligrosos terroristas que, ipso facto, ordenó su ingreso en prisión sin fianza. Curiosamente, el que mostraba el cartel, el personaje de madera no era el tal D. Cristóbal ni ningún adlátere, sino un “allegado” policial para incriminar, con falsas pruebas, al pobre Cristóbal. Este terrorista de palo y trapo aún no ha sido ni detenido ni acusado, al menos hasta la fecha. Estará llevando las pruebas delictivas prefabricadas al juez venal.
En mi vieja ciudad de Aguere, que precisamente por vieja es sabia, hace mucho que circula un lenguaje popular, el“blarha al vesre” piopro de la dadciu de La Nalagu, o, dicho en román paladino “hablar al revés” propio de la ciudad de La Laguna”. Si los terroristas de “Títeres desde Abajo”, en lugar de ser granadinos fueran laguneros la pancarta habría dicho “RAGO ATE” o “Rago Kaal- ATE” y no les hubiera pasado nada. ¡Desventajas de nacer en la metrópoli! Yo, como gato escaldado de agua fría huye, cuando quiera poner Gora ETA en algún escrito pondré Rago ATE pa’no terminar enchironado por años.
Desde luego que no se le puede pedir a un juez, en esta etapa de regreso a la caverna cada día más cerril y peligrosa -mucho menos si tenemos en cuenta la calidad de la enseñanza a que nos ha llevado las huestes carpetovetónicas del Sr. Wert&Cía- que entienda el carácter satírico y transgresor que siempre han tenido los personajes de Monsieur Guignol. Eso es demasiado pedir. Ahora, eso sí, su capacidad de comprensión es infinita con el lenguaje del Sr. (es un decir) Jiménez Losantos pegando tiros a los Podemitas si los tuviera a mano. Eso, para la judicatura hispana es solo una figura literaria. Claro que el Sr. (es un decir) Losantos no usó un muñeco para su incitación al asesinato político ni el Sr.(es un decir) Losantos tiene pinta de abertzale, ni de independentista, ni de anarquista. Es, pues, un hombre de bien, de Ley y Orden y no un desgraciado titiritero respondón.
Por cierto, el pobre muñeco del granadino solo trataba con su cartel de poner de relieve actuaciones policiales típicas de la caverna diestra –que no siniestra- y de esas la realidad sabe mucho. ¿Se acuerdan del año 78 y la “prefabricación” de pruebas policiales del Ministro del Interior español en el caso “Scala” de Barcelona y el infiltrado Joaquín Gambín para incriminar a la CNT y cargarla con cuatro muertos ? ¿Y de “El Papus. Revista satírica y neurasténica” a la que como la caverna hispana no lograba achicar con cierres, multas y procesos, lo resolvieron en 1977 con una bomba y cuatro muertos que ni policías ni jueces quisieron investigar? ¿Y de la “Operación Reconquista” en que las “legales y ordenadas” huestes cavernícolas, con la aquiescencia del entonces ministro Manuel Fraga y del Presidente Arias Navarro, entraron en Montejurra al tiro limpio causando dos muertos? Y, más cerca nuestro, ¿Recordamos al inefablemente tétrico ministro español Martín Villa, cuando promovió y amparó las actuaciones de José Luis Espinosa Pardo, primero en la UGT murciana, luego en el FRAPP y en el GRAPO para culminar en Argel con el intento gubernamental español de asesinato del líder del MPAIAC Antonio Cubillo? Pero no. Todas estas menudencias tienen profundas Razones de Estado que las justifican y, aquí paz, y en el cielo, gloria.
Podría estar de acuerdo en que el espectáculo de D. Cristóbal no era apto para niños, pero me paro a pensar en los cuentos infantiles como Hansel y Gretel, Barbazul…y hasta Caperucita Roja o en las películas en sesiones infantiles de la TV –incluida la de los curas- con las masacres de indios por virtuosos blancos o la desatada violencia callejera y llego a la conclusión de que estos caballeros de la caverna, incluidos algunos supuestos progresistas, no son moralistas. Son simplemente HIPÓCRITAS capaces de ser, todos ellos, Charlies Hebdos por unas horas.
Francisco Javier González
Gomera a 10 de febrero de 2016