Agrupación Socialista Gomera (ASG) insta a proteger la industria local para que Canarias llegue a ser referente mundial en Aloe Vera. Así lo expone la diputada Melodie Mendoza, quien adelanta que esta tarde expondrá ante el Pleno el Parlamento los problemas que sufren los productores como consecuencia de la competencia desleal.
“Los estudios de los productores destacan el potencial de las islas y estamos obligados a luchar contra el intrusismo, proteger e impulsar la producción local”, declara para luego añadir que la situación geográfica y el clima de los que disfrutamos en Canarias favorece la producción de esta planta, que ya suma en las islas 10 industrias dedicadas a la producción y comercialización, dos de ella radicadas en La Gomera.
Añade que “es evidente, por tanto, que hablamos de un importante nicho de mercado, que contribuye a la creación de puestos de trabajo y favorece el desarrollo de nuestra economía”; apunta que ASG entiende que el ITC tiene mucho que aportar, pues cuenta con el personal especializado y suma el impulso de proyectos en I+D+i, y apela a la colaboración con la Asociación de Fabricantes Canarios de Aloe Vera.
“Debe tenerse en cuenta que formamos parte del país europeo que mayor superficie destina al cultivo de aloe vera, lo que debería traducirse en un destacado movimiento empresarial. Sin embargo, artículos procedentes de China, Pakistán o India se camuflan en el mercado bajo el nombre de Islas Canarias, confundiendo a los consumidores y provocando pérdidas millonarias a los verdaderos fabricantes isleños”, dice.
Precisa que el engaño se produce cuando empresas de fuera registran una marca con el nombre de islas Canarias o con el nombre de alguna de nuestras islas, incorporando a sus envases una pegatina ligeramente mayor al tamaño habitual, en la que evidentemente se informa del lugar de importación y no menciona por ningún lado al archipiélago.
Y se engaña también en relación con los ingredientes, pues no suele constar el porcentaje mínimo de aloe vera del producto, cuando está comprobado que para ser de calidad como el nuestro tiene que contener al menos un 90 por ciento.
“La conclusión no puede ser más clara: hay que proteger a nuestros fabricantes a toda costa”, afirma.