La caída de varias palmas de gran porte en el Parque de la Torre del Conde de la capital gomera durante el vendaval de la pasada semana levanta todas las alarmas y puede que sea el síntoma de un problema más grave.
“Algo se está haciendo muy mal en la gestión de nuestros palmerales y es posible que la inacción que se observa en el tratamiento de la plaga de picudo negro que afecta a La Gomera se encuentre detrás de estos peligrosos desplomes”, asegura el portavoz de la formación ecosocialista Sí se Puede y concejal en el Ayuntamiento de San Sebastián, Roberto Padrón.
Para Sí se puede en San Sebastián de La Gomera, es evidente que no se cumplen los mínimos legales y de sentido común exigibles en la gestión de los palmerales de la isla, tanto por parte de los ayuntamientos como por el Cabildo o por el Gobierno de Canarias.
La detección en el año 2014 de la plaga del picudo negro en las palmeras de la Avenida Marítima de la capital gomera, puso ya de manifiesto la inoperancia de nuestras administraciones y de sus planes de prevención. Cabe recordar que uno de los focos principales de esta plaga se encuentra en la cercana zona turística de Los Cristianos, desde donde un intenso tráfico marítimo llega diariamente hasta nuestra isla.
Aunque se han aplicado algunas medidas, estas han resultado insuficientes, como lo demuestra el grado de infección detectado el pasado verano en las palmeras de la Playa de La Cueva. Así, el bando publicado en 2014 por el ayuntamiento capitalino se limitaba a hacer simples recomendaciones, en lugar de establecer las prohibiciones que exige la ley, con lo que no se ha conseguido detener la expansión de la plaga.
“Es de vital importancia que se actúe con la máxima urgencia y se aplique a rajatabla el protocolo de la Consejería de Medio Ambiente, para evitar la expansión de este letal escarabajo por toda la isla», señala el portavoz.
Padrón añade, “cuanto más tardemos, mucho más caro nos va a resultar el control de la plaga, y no digamos lo que puede representar para el sector de la miel de palma, al que se pretende defender llevando tardías propuestas al Parlamento de Canarias o al Senado. La redacción y ejecución de un plan de gestión de la palma se hace cada día más apremiante”.
Desde Sí se puede se señala que «mientras que los Cabildos de otras islas afectadas por esta plaga han aprobado decretos para luchar contra ésta, el Cabildo gomero permanece en su secular letargo. Las consecuencias de su inacción ya se demostraron bien a las claras con el incendio de 2012. A la vista de la catastrófica gestión medioambiental que lleva a cabo el Cabildo Insular, cabe preguntarse cuál será el destino del Parque Nacional, cuyas competencias asumirá, sin aparente remedio, el próximo año 2017».
La formación asamblearia señala que «debe quedar claro que la responsabilidad es de los gobernantes y no de los trabajadores municipales o de los agricultores. A ellos se les debe formar e informar con claridad del problema y las medidas a tomar, ya que durante la poda, tala, transporte y depósito de restos de palmas, si no se cumplen con las medidas fitosanitarias exigidas, se contribuye a expandir esta terrible plaga».