El PSOE y Coalición Canaria se reunirán en los próximos días para analizar la marcha del pacto que ambos partidos mantienen en el Gobierno de Canarias y estudiar las discrepancias existentes, especialmente sobre los acuerdos en las instituciones locales.
El secretario de Organización del PSOE, Julio Cruz, ha afirmado que los socialistas valoran «muy positivamente» el pacto de gobierno, pero destaca que hay discrepancias sobre el acuerdo en cascada en las instituciones locales y alguna que otra diferencia menor que es necesario solventar.
«El pacto es bueno y funciona razonablemente bien en Canarias y bien, o muy bien, en el Gobierno de Canarias», pero «siempre es bueno realizar un chequeo y actualización» para lograr una coordinación más efectiva, ha dicho Cruz a los periodistas en un receso de la Comisión Ejecutiva Regional del PSOE de Canarias celebrada hoy en Las Palmas de Gran Canaria.
Durante la reunión, los socialistas han analizado también la Ley del Suelo, sobre la que Cruz ha insistido en que se trata de un anteproyecto en sus inicios, sobre el que los socialistas trabajan actualmente.
Cuando se disponga de un proyecto de ley, el PSOE se pronunciará sobre él, ha dicho el representante socialista, quien ha insistido en que quedan muchos meses y trámites para su aprobación, y no podrá hacerse antes de final de año como pronto.
«Se trata de tener una buena ley» que respete el territorio y esté muy consensuada para que represente a la mayoría de la sociedad canaria.
Respecto a la situación política nacional actual, Cruz ha asegurado que el PSOE canario apoya «totalmente» al secretario general socialista, Pedro Sánchez, en su intento de llegar a un acuerdo de gobernabilidad que descabalgue al PP del gobierno, ya que, mientras no haya un nuevo gobierno, sus políticas continúan aplicándose, con repercusiones para los ciudadanos.
Los socialistas se han pronunciado también en contra de la decisión de la UE de concentrar los refugiados en un solo país.
A su juicio, el cierre de fronteras en la parte oriental de Europa puede provocar que el flujo de refugiados se traslade a otras zonas, con la posibilidad de que lleguen a las costas de Canarias, además de suponer una falta de solidaridad con todas aquellas personas que huyen de sus países como consecuencia de conflictos armados.