Hoy, Domingo de Ramos se abre de forma solemne la Semana Santa con la celebración de diversos actos religiosos en prácticamente todas las parroquias. Una de ella, la de San Marcos en el municipio gomero de Agulo, lugar donde sale en procesión también el conocido como Señor de la Burrita.
Un día como hoy se honra el día en que Jesús entró triunfante en la ciudad de Jerusalén. Una gran muchedumbre fue a las puertas de la ciudad a aclamar a Jesús en su llegada, pues habían escuchado hablar de sus obras y milagros; algunos de ellos ya habían asistido a sus parábolas y se encargaron de ensalzar lo milagroso de sus actos entre la población, por lo que la expectación era máxima.
En aquel momento, la ciudad se encontraba atestada, puesto que multitud de peregrinos judíos se habían desplazado allí para celebrar la Pascua judía. Al llegar Jesús, la gente se agolpó a su alrededor y equipados con ramas de olivo y de palmera y extendiendo sus mantos en el suelo, alfombraron el camino para el Mesías. La gente, además, exclamaba “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. Hosanna significa “¡viva!”.
Esto ocurrió días antes de los sucesos acaecidos en la pasión, muerte y resurrección de Cristo, y se considera que la aclamación de Jesús es su triunfo, en el que por fin la humanidad reconoció en su persona la llegada del Mesías.
Lo que se conmemora en el Domingo de Ramos son, en resumen, dos hechos: por una parte, el triunfo de Jesús mediante la procesión de ramos y, por la otra, la muerte de Jesús con la lectura de la Pasión.
La celebración del Domingo de Ramos tiene dos momentos estelares: la celebración de la vida o triunfo de Jesús mediante la procesión de los ramos y la conmemoración de la muerte de Jesús con la lectura de la Pasión.
La procesión de ramos
La procesión de ramos acostumbra a comenzar en alguna iglesia secundaria, y finalizar en un templo importante. Esta meta final representa la llegada de Cristo a la ciudad de Jerusalén.
En cuanto la procesión llega a su destino, se bendicen los ramos. Después se procede a la eucaristía y la lectura del evangelio, que corresponde a los capítulos de la Pasión de Cristo, en los que se rememoran los distintos calvarios por los que tuvo que pasar Jesús desde que celebró la Última Cena hasta que murió crucificado y resucitó tres días más tarde.