Hubo un tiempo en que los gomeros, igual que los residentes de otras islas, se vieron obligados a dejar atrás la tierra en la que nacieron y partir en busca de su sustento y el de sus familias. Era una época difícil que, afortunadamente, ha quedado atrás que y, sin embargo, es importante recordar para comprender lo que hoy sucede en Europa.
Igual que pasaba hace no demasiados años en países como Venezuela, hasta donde se desplazaban no sólo canarios, sino también andaluces o gallegos, entre otros españoles, miles de personas llegan actualmente a las fronteras de la Unión Europea buscando una seguridad y unas oportunidades que no encuentran en sus países. Les guían las necesidades económicas, pero tienen motivos aún más grave: la guerra y el terrorismo.
Lo que esta semana hemos sufrido en Bruselas, y padecimos también en París, en Madrid, en Londres, en Ankara o en Nueva York, entre otros muchos lugares, es sólo un reflejo de lo que desde hace años se vive día a día en países como Irak, Afganistán y más recientemente en Siria. No es justo que sólo atendamos a los atentados terroristas que se registran cerca de nuestras casas, como tampoco sería razonable que convirtiéramos estos terribles sucesos en la excusa para poner más barreras o alimentar sentimientos discriminatorios.
Agrupación Socialista Gomera (ASG), como el resto de las formaciones políticas, ha condenado los ataques a occidente y se ha sumado al rechazo social absoluto contra la violencia, ante lo que sólo cabe una respuesta: unidad en la defensa del estado de derecho. Debemos tener presente, no obstante, que la lógica y el entendimiento son las únicas armas para combatir la barbarie.
Se hace imprescindible, además, ser solidario con las víctimas, pero con todas, las europeas, entre las que están quienes acaban de sufrir las consecuencias de las explosiones registradas en el aeropuerto y el metro de la Capital belga, y quienes padecen regímenes dictatoriales o conflictos bélicos, que para más inri se amparan en ideas falsamente religiosas y extremistas.
Ni el ataque a Bruselas ni ningún otro atentado similar logrará imponer la política del terror mientras estemos unidos y no nos dejemos dominar por sentimientos de rechazo, que únicamente incrementan el dolor y el sufrimiento. Toda Europa debe aliarse, pero no para alimentar la negatividad y la discriminación frente a la cultura islámica, sino para defender todo lo contrario, es decir, la convivencia pacífica y civilizada.
Las ventajas de la razón frente a los radicalismos son innumerables, como incontables son dentro de una breve reflexión las justificaciones que avalan la necesidad de activar la acogida de menores refugiados por conflictos bélicos, que estos días también defendió ASG en la Cámara autonómica.
No respondamos al sufrimiento ajeno sólo con palabras. Debemos materializar las propuestas que ya hicimos las administraciones públicas canarias, entre ellas el Cabildo de La Gomera, cuando ofrecimos a ACNUR la experiencia alcanzada tras la llegada a las islas de inmigrantes, e incluso ciframos el número de personas que podemos acoger en el archipiélago.
Los últimos atentados terroristas nos han vuelto a consternar a todos. Han causado 31 muertes y 270 heridos, que duelen como si fueran de nuestra familia, pues las bombas explotaron en lugares públicos por los que todos transitamos. Pero no podemos olvidar tampoco que estas vidas son tan valiosas como las de aquellos que huyen de sus países y reclaman nuestra ayuda, aquellos que son aún mucho más numerosos, aquellos que nos recuerdan la emigración que sufrió nuestro propio pueblo, los mismos a los tenemos que tender la mano.
Casimiro Curbelo
Diputado autonómico y presidente del Cabildo de La Gomera