A las puertas de la esperada reunión a tres entre PSOE, Podemos y Ciudadanos, las esperanzas que expresan algunos portavoces de estos partidos para llegar al acuerdo no se corresponden con las enormes dificultades que hay encima de la mesa para cualquier pacto, que lo hacen casi imposible.
Más allá de que se puedan llegar a acuerdos en determinadas medidas o materias, en las que sí puede haber confluencia entre los tres partidos, hay otros factores por encima de dicho consensos puntuales, como son las estrategias de cada formación, el mensaje que quieren dar a su propia militancia o sus intereses propios y ajenos. Y, todo ello, conforma un puzle casi imposible de armar.
A día de hoy, las posibilidades que se barajan públicamente para otra posible investidura están bloqueadas. Por ello, o se producen cesiones sorprendentes por algunas de las partes o se busca una nueva fórmula aún no explicada, o todos los caminos parecen cerrados.
Estas son las posibilidades que se barajan y los bloqueos que existen:
1.- El tripartito que no quiere ni Podemos ni Ciudadanos
El PSOE, desde el primer momento, se ha centrado sólo en una fórmula. Un Gobierno tripartido, con el apoyo de 199 diputados, conformado con Podemos y Ciudadanos. Hasta la saciedad, el PSOE ha repetido que deben ser lo que denomina “las fuerzas del cambio” las que tienen que formar ese Ejecutivo. Es decir, un Gobierno «trasversal» o «de mestizaje ideológico», como suele decir Pedro Sánchez.
Sin embargo, el PSOE parece que ha obviado en todo momento que ese tripartido ni lo quiere Podemos, ni lo quiere Ciudadanos. La formación de Pablo Iglesias no va a compartir Ejecutivo con el partido de Albert Rivera, y así lo ha dicho decenas de veces, pidiéndole a Pedro Sánchez que opte por una formación o por otra, es decir, por la izquierda o por la derecha. Ciudadanos lo ha dicho igual de claro, que no estará en nada en donde esté Podemos. Por ello, el soñado tripartito de Pedro Sánchez se antoja toda una quimera imposible, aunque el PSOE insiste en que es la única salida.
2.- Podemos no facilitará que Gobierne Sánchez con Ciudadanos
La otra posibilidad en que se insiste es en que se pudiera repetir la anterior investidura del pacto PSOE-Ciudadanos con la garantía de la abstención de Podemos, aunque sería insuficiente y, por ello, ahora el partido de Rivera pide al de Iglesias que vote afirmativamente.
Xavier Domenech dijo recientemente que Podemos no ha llegado hasta el Parlamento para facilitar con una abstención un Gobierno del PSOE con Ciudadanos, dando por cerrada dicha posibilidad
Es otra variable que se antoja imposible. Podemos ya ha mostrado su desacuerdo con el pacto que alcanzaron Sánchez y Rivera, y es impensable un voto afirmativo en otra investidura, incluso, con modificaciones del acuerdo. En cuanto a una posible abstención, el líder de En Comu Podem, Xavier Domenech, ya dijo recientemente que Podemos no ha llegado hasta el Parlamento para facilitar con una abstención un Gobierno del PSOE con Ciudadanos, dando por cerrada dicha posibilidad.
En este sentido, sin embargo, y puesto que la falta de acuerdo entre PSOE, Podemos y C’s llevaría irremediablemente a unas elecciones en junio, los registrados (militantes) dePodemos podrían tener la última palabra. El Consejo Ciudadano Estatal del pasado sábado acordó someter al criterio de sus bases el posible adelanto electoral y, aunque todo apunta a que una abstención para un Ejecutivo PSOE-C’s no contaría con el «sí» de la militancia morada en contra del criterio de la dirección, ninguna posición está confirmada.
3.- Ciudadanos no va a facilitar que gobierne PSOE-Podemos
Pablo Iglesias se lo ha pedido directamente a Ciudadanos: que voten a favor de un Gobierno entre el PSOE y Podemos. Pero sonó más a estrategia o un intento de devolverle el mensaje a la inversa que los de Rivera le estaban lanzando a ellos.
C’s ha aceptado la reunión a tres pero a nadie se le escapa que va con la voluntad de no aceptar nada con Podemos
Ciudadanos ha aceptado la reunión a tres pero a nadie se le escapa que va con la voluntad de no aceptar nada con Podemos, salvo que se adhieran al pacto ya firmado o se incluyan pequeñas modificaciones al mismo.
El partido de Rivera, que parece que está saliendo fortalecido de estas negociaciones por el momento, sabe que a su electorado le costaría mucho aceptar cualquier entendimiento con Podemos, y no está dispuesto a pagar ese precio bajo ninguna circunstancia.
4.-El Gobierno de izquierdas
En teoría, esta fórmula no se verá en la reunión a tres, entre otras cosas, porque no estará Izquierda Unida. Pero sigue siendo por la que clama Pablo Iglesias: el Gobierno de la “vía 161”.
Ni Sánchez ni el PSOE son partidarios de un Gobierno de izquierdas, al entender que ese Ejecutivo estaría condicionado por los partidos independentista
Pero Sánchez es el primero que no la acepta, al igual que su partido, al entender que dicha investidura y el futuro Gobierno estaría condicionado por partidos independentistas como DyL o ERC. Al PSOE no les valdría su abstención o su ausencia en la votación para lograr la investidura lo que, además, fue decidido por el Comité Federal.
Ni siquiera Sánchez lo ve con el voto afirmativo del PNV, que aún estaría por ver, porque seguirían sin sumar apoyos suficientes y porque la reivindicaciones máximas de los nacionalistas vascos chocan con los planteamientos del PSOE.
A todo esto hay que añadir que Sánchez hizo público un compromiso que, según fuentes del PSOE, lo mantendrá hasta el final: no irá a ninguna investidura que no cuente con el voto a favor de Ciudadanos.
Así las cosas, a falta de tres semanas para que acabe el plazo y se convoquen automáticamente elecciones para el 26-J, la esperada y tardía reunión “a tres”, salvo sorpresas de última hora que en política nunca son descartables, parece condenada a ser una más.