“Es primordial que el Gobierno incremente los programas de acogida para menores en situación de desamparo”, afirma la diputada de Agrupación Socialista Gomera (ASG), Melodie Mendoza, quien apuesta por la puesta en marcha campañas informativas, para que se manifieste la sensibilidad y la solidaridad de la población canaria, “que siempre ha destacado por su fraternidad y que, estoy segura, también lo hará con fuerza en un tema tan sensible como el que nos ocupa”.
Mendoza recuerda que en Canarias existen 1.455 menores declarados en desamparo. En Gran Canaria hay 724, un 49,8 por ciento del total; en Tenerife, 542, un 37,3 por ciento, y el resto se reparte por las otras islas; dice que las cifras son verdaderamente preocupantes, pero matiza que frente a esta realidad hay muchas familias que no pueden concebir un hijo, y a las que se puede brindar la posibilidad de adoptar un menor.
Apunta también que hoy son demasiados los filtros que deben pasar las familias que quieren adoptar y que, no sólo deben superar criterios de idoneidad, sino también armarse de paciencia hasta que transcurren los 8 u 10 años que en la mayoría de los casos tarda la adopción.
Adelanta que en la Comisión parlamentaria que mañana abordará la problemática, llamará la atención sobre el hecho de que resulta más ágil el procedimiento de adopción de un menor extranjero que el de un menor canario, y preguntará si actualmente hay algún menor de 3 años que esté en centros tutelados de la Comunidad Autónoma.
Se interesará, igualmente por el número de equipos municipales de prevención y centros de día que hoy atienden a los menores e insistirá en la importancia de dar más información sobre los recursos y las posibilidades que existen, para que sean más conocidos por la población.
“Es prioritario que se conozcan los recursos, así como que se den más facilidades a las familias, y lo es también que todas las fuerzas políticas y administraciones aunemos esfuerzos para salvaguardar los intereses del menor. Tenemos que arbitrar las opciones más viables para que estos niños y niñas puedan tener la mejor vida posible, lo que equivale a desarrollarse en condiciones saludables dentro de un entorno familiar”, concluye.