El juez Santiago Pedraz ha enviado a prisión este lunes por la tarde al líder de Manos Limpias, Miguel Bernad, y al presidente de la Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios (Ausbanc), Luis Pineda. El magistrado les considera puntales de la red de extorsión a diferentes personas e instituciones a cambio de la retirada de acciones judiciales planteadas previamente contra ellos. En el caso de Bernad, el juez le imputa extorsión, amenazas, y pertenencia a organización criminal. Pineda comparte estos delitos y le imputan estafa, administración desleal y fraude de subvenciones.
Según informa el periódico El País, Pedraz ha dejado en libertad a los otros tres supuestos miembros de la trama detenidos el pasado viernes, Javier Castro Villacañas (director de comunicación de Manos Limpias), Angel Garay Echevarría (adjunto al presidente de Ausbanc) y Angel Sole (tesorero de Ausbanc). A todos ellos les impone comparecencias quincenales, la prohibición de salir de España y la obligación de entregar el pasaporte.
El resto de detenidos en la Operación Nelson, que empezó a investigarse en febrero de 2015, fueron puestos en libertad por los agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal durante el fin de semana.
Santiago Pedraz en su resolución, de 23 páginas, detalla toda la operativa de los detenidos que presuntamente integraban una organización criminal dirigida por Luis Pineda. Este grupo se centraba en torno a Ausbanc, una asociación supuestamente sin ánimo de lucro cuya última finalidad era la obtención de un beneficio económico ilícito de sus miembros, según Pedraz. Utilizaban la cobertura de defensa de los consumidores para presionar a entidades contra las cuales, por la naturaleza de la asociación, debería luchar para proteger de forma efectiva a los consumidores.
El juez relata tácticas de coacción a entidades para llevar a cabo acuerdos económicos enmascarados en contratos publicitarios y utilizando a su vez al sindicato Manos limpias para reforzar las coacciones. El dinero recaudado por Ausbanc procedía de esos convenios publicitarios suscritos por las entidades así como de subvenciones por su condición de asociación sin ánimo de lucro.
El juez detalla el papel que desempeñaban los detenidos en esta organización, que contaba con ramificaciones internacionales en Colombia, Venezuela y EEUU, a donde se enviaron transferencias por valor de 2,25 millones de euros en los últimos cinco años.
El auto describe las conductas de desvío de alrededor de cinco millones de euros, las presuntas estafas a los asociados y las negociaciones por las que conseguían contratos publicitarios. También incluye las negociaciones llevadas a cabo entre Ausbank y las entidades, en perjuicio de sus adheridos. También detalla las negociaciones con presión, a través de Manos limpias, donde pretendían llegar a acuerdos. En el breve periodo de tiempo desde noviembre la investigación ha podido detectar cuatro casos, caso Nóos, Sabadell, Unicaja y Facua.
El juez Pedraz afirma que Ausbanc “financia” al sindicato Manos Limpias, al que emplea para reforzar la presión sobre las entidades bancarias y personas a las que pretenden chantajear. Pineda, situado en el primer nivel de la estructura del grupo criminal, “en cierto modo controla y maneja” al secretario general de Manos Limpias, Miguel Bernad.
Según la investigación, Pineda y Bernad exigían grandes cantidades de dinero a cambio de retirar la acusación contra distintas personas e instituciones contra las que se habían querellado. Entre los chantajeados figura, según fuentes judiciales, la infanta Cristina de Borbón. Manos Limpias reclamó a la defensa de la hija de Juan Carlos I tres millones de euros a cambio de retirar la acusación contra ella en el caso Nóos.
Otro extorsionado es el expresidente de Caja Madrid Miguel Blesa. Los investigadores sospechan, además, que Unicaja insertó publicidad en las publicaciones del grupo Ausbanc a cambio de que Manos Limpias retirara la acusación contra su presidente, Braulio Medel, en el caso de los ERE. Unicaja negó el sábado cualquier pago.