El envío de un sobre con una sustancia sospechosa a la sede central del diario EL PAÍS, en Madrid, obligó este viernes a desalojar una planta de la redacción de este diario, así como a activar por parte de la policía y los servicios de emergencia de Madrid el protocolo NRBQ (nuclear, radiológico, bacteriológico y químico). Decenas de funcionarios de las unidades policiales de Seguridad Ciudadana, Información y Tedax-NRBQ, así como del cuerpo de bomberos y del Samur trabajaron en la desintoxicación del edificio y garantizaron la higiene laboral de los trabajadores del periódico. El contenido del sobre se mandó analizar mientras prosiguió el trabajo con normalidad en otras áreas del complejo, sin más incidencias.
El sobre llegó a las oficinas del diario sobre las tres de la tarde. Tras pasar por los escáneres de seguridad sin que se detectara nada anormal, una empleada abrió el envío y comprobó cómo se desprendía una sustancia sospechosa. Fue ella misma la que alertó de los hechos, que fueron puestos en conocimiento de la policía, que envió a varias unidades.
Los agentes decidieron entonces activar uno de sus protocolos NRBQ. Equipos del Samur con protección química y bacteriológica procedieron a desinfectar a los empleados del diario, que tuvieron que pisar en bolsas impregnadas de lejía y lavarse las manos con un producto desinfectante. Luego pudieron abandonar las instalaciones afectadas por el despliegue de seguridad.
Los trabajos para mantener la edición web de EL PAÍS y sacar el diario en papel de este sábado fueron trasladados a otras plantas del edificio mientras la policía y los servicios de emergencia concluían sus inspecciones. El despliegue policial fue necesario, según informaron los agentes, por cuestiones preventivas y por encontrarse España en nivel 4 de alerta antiterrorista debido a los últimos atentados ocurridos en Europa.