Por Pablo Jerez Sabater.– A Julia Pelikhova no la conozco. Pero sí a su universo pictórico. Diríase que es un crisol entre ruso y noruego pero que vive en Alojera. Una suerte de maga del pincel y del grafito que usa la tinta para expresar un mundo onírico de una complejidad insospechada.
Su obra, que puede contemplarse durante este mes de abril en Vallehermoso, en la Casa de la Cultura, se expone bajo el sugerente título de CarnivalStars. Y créanme, algo de carnavalesco tiene su obra, pues desfilan máscaras y arlequines así como personajes de la literatura infantil por todos los rincones de sus dibujos.
Pero ella es ilustradora. Y pertenece además a la Asociación Noruega de Artistas Visuales. Y si les digo que sus dibujos son pura fantasía es porque hay en su mano algo de cuento de hadas. No sabría cómo expresarlo, pero cuando ves sus trabajos por primera vez te das cuenta de que en su subconsciente se encuentran todo tipo de personajes mitológicos que aguardan lentamente cobrar vida en cada una de las obras que componen esta muestra de la artista afincada en La Gomera.
Más de 20 libros ha ilustrado Julia. Yo me quedo con varias láminas infantiles que pude disfrutar en Vallehermoso. No sé si su obra tendrá ese valor de perdurar y trascender, pero sí tiene el valor de despertar la llama que nos mantiene vivos. Sus trazos curvos, sus rostros enfatizados una y otra vez se entremezclan con la monocromía y los tonos pastel.
Llama la atención que Alojera sea tierra de artistas afincados en sus lomos. El tiempo, el paisaje y las palmas encierran no sólo misterios para los gomeros, también para unos artistas que, sorprendidos por el paisaje bucólico del norte, conciben un mundo pictórico desbordante. Como el caso de Julia. No se pierdan la exposición. Merece la pena.
Pablo Jerez Sabater