La creciente demanda de los consumidores para consumir alimentos frescos y ecológicos está impulsando cada vez más la creación de espacios naturales en muchas zonas urbanas. Ya es muy común encontrar huertos ecológicos, no sólo en zonas rurales, sino también en azoteas de altos edificios o en zonas vecinales que no tenían uso, y es que los beneficios de tener este pequeño espacio natural suenan cada vez más fuerte.
Un informe del 2013 de la Comisión Europea revela que sólo en Europa la extensión dedicada a estos cultivos ecológicos ha aumentado medio millón de hectáreas cada año en los últimos diez años. Los países donde más ha crecido esta tendencia son Francia, Alemania y España.
Los denominados “Urban Farming” se han multiplicado en la última década, fomentando la sostenibilidad al utilizar productos naturales para su conservación como el estiércol o la tierra de hoja para fertilizar, además de utilizar pesticidas orgánicos, de esta forma se eliminan los productos químicos o artificiales que contaminan habitualmente los alimentos. Además de los propios beneficios de un consumo más natural, a las ventajas de tener un huerto ecológico se le suma el aspecto pedagógico que supone aprender a cultivar, y que además desarrolla la parte física de las personas, ayudando a reducir el nivel de sedentarismo tan asentado en la sociedad actual.
Para comenzar a tener nuestro propio huerto urbano hay multitud de asociaciones e información en Internet que ayudan a asesorar a quienes están empezando, además podemos encontrar todo lo necesario para huertos urbanos en Interiortime, ya sean jardineras y quadras si contamos con un espacio abierto relativamente grande, o elementos más pequeños para empezar poco a poco y que permiten gracias a su tamaño colocarlos en pequeños huecos de, por ejemplo, la cocina o incluso el salón.
El estilo de vida sano que proporciona cultivar y consumir vegetales ya está muy presente y permite disfrutar de un contacto más directo con la propia naturaleza, en una sociedad principalmente tecnológica.