Ella era princesa de Agulo. Él, príncipe de Adeje. Ambos lucharon contra su destino para perecer por amor. Depende de la versión que leamos o escuchemos del mito de Gara y Jonay, lo cierto es que más que el lugar de procedencia o la forma en la en que ambos amantes acometen su muerte, lo que importa es cómo el amor puede más que la propia consciencia. Más de cinco siglos después, esta leyenda vuelve a cobrar vigencia en la pluma del escritor andaluz afincado en Lanzarote, Ismael Lozano Latorre (Granada, 1978). Su novela La leyenda de Gara y Jonay lleva más de mil ejemplares vendidos y es de obligada lectura en el IES Arrecife.
Puede que no sea casualidad que ambos quedásemos en el Gran Hotel Arrecife una tarde para hablar de La Gomera, mi isla y la isla que le atrapó hace tres años cuando, visitándola, imaginó a través de este mito una novela en clave contemporánea. “Me encantó La Gomera, y no sólo por sus paisajes, sino por la fuerte conexión interna que uno siente cuando la recorre. Cuando escuché la leyenda de Gara y Jonay me di cuenta de la fuerza constructiva y destructiva del mito, y quise buscar en medio la respuesta, y así nació esta novela”, señala mientras tomamos dos cafés en la planta más alta del rascacielos conejero.
A pesar de que Gara y Jonay es una leyenda envuelta a su vez en varias leyendas, ese pulso a los giros en la trama es una de las constantes de la novela. Sin desvelar su contenido, ella –en cierta manera ingenua- busca a su príncipe azul bajo la obsesión del mito de Jonay; él, por su parte, es todo lo contrario, es un chico malo, el yerno al que toda madre se opondría, pero que irremediablemente fija la atención de la joven gomera. En medio de esta pareja se cruzan varios personajes y aparece no sólo La Gomera como telón de fondo, sino también otras cuestiones ajenas al amor como el voraz incendio de la isla de 2012 o el turismo rural, apoyando en brillantes descripciones de los mágicos paisajes insulares.
“Me gusta el misterio y lo que podría pasar entre ellos”, asegura Ismael al hablar de sus personajes. “Gara es romántica y una obsesionada con la leyenda; Jonay tratará de conquistarla precisamente jugando con los elementos que conforman el mito”. Sin embargo, como toda buena novela, el autor juega con quiebros para que nada parezca lo que es. “Escribo lo que a mí me gustaría leer”, señala. Y no me cabe duda de que es así.
Quizá el éxito de su tercera novela (tras “La sirena de Famara” y “La isla de los dragones dormidos”) se halle en su prosa, inteligente y definida, pero también en el boca a boca de sus lectores. Y es que este joven autor ha conseguido abrirse un hueco en el panorama de las letras canarias gracias a que sus novelas “tratan temas cotidianos, como podría ser el primer amor en este caso, además de hablar de sitios cotidianos y con ingredientes que me funcionan como el misterio”, asegura. No en vano, tiene como “revisoras” a varias profesoras de lengua y literatura, quienes aprecian su trabajo y son las que recomiendan en sus centros la lectura de sus libros.
Ismael me confiesa que la novela le llevó más de un año de trabajo. No me extraña. En sus 684 páginas encontramos las claves para desentrañar una compleja historia de amor en La Gomera. Pero también un booktrailer protagonizado por Ithaisa Lasso y Valentín Díaz y que contó con la colaboración de Turismo de La Gomera. El libro, publicado en la editorial Siete Islas puede conseguirse a través de las distribuidoras tradicionales en las librerías gomeras. Sin embargo, a Ismael le queda un reto: que su novela se conozca en la isla que sirve como eje central. Esperemos que en breve “La leyenda de Gara y Jonay” se presente en La Gomera. Es lo mínimo. Y es de recibo.