Al menos 16 personas han muerto en un atentado contra un café frecuentado por jóvenes en Balad (Irak), una ciudad de mayoría chií, sede también de la peña del Real Madrid en esta localidad, según ha confirmado el club español a EL PAÍS. El ataque, reivindicado por el autodenominado Estado Islámico, se produjo en la noche del jueves y ha dejado también un balance de 20 personas heridas, según ha indicado la propia peña a través de su página de Facebook, donde ha condenado «este cobarde acto terrorista». Según explica la agencia Reuters, al menos 12 de las víctimas fallecieron en el ataque contra la sede y otras cuatro en un mercado cercano, después de que uno de los terroristas huyese y se inmolase con un chaleco explosivo, según han añadido fuentes médicas.
«Consternado por el atentado contra un
a peña del Real Madrid en Irak. El terrorismo ataca al fútbol. Estamos con las víctimas y sus familias. El fútbol está siendo objetivo del terror. Íbamos a viajar este mes, pero se pospuso por seguridad. Volveremos para apoyar al pueblo irakí», ha escrito Javier Tebas, presidente de La Liga, en su cuenta oficial de Twitter.
Tres hombres armados han abierto fuego con ametralladoras en la noche del jueves al viernes en esta cafetería, sede de la asociación de aficionados del Real Madrid en Balad, una localidad con mayoría de población chií, según fuentes médicas y policiales iraquíes.
Los autores del ataque lograron huir del lugar de los hechos. Posteriormente, uno de ellos detonó su chaleco explosivo cerca de un mercado de verduras cuando varios policías y milicianos chiíes han intentado interceptarle y le dispararon, según fuentes de los servicios de seguridad.
Los autores del atentado contra la cafetería superaron tres puestos de control policial antes de llegar hasta su objetivo, según contaron fuentes policiales. Las fuerzas de seguridad se han desplegado en esta localidad ante el temor de que se registren nuevos ataques.
El Estado Islámico salió de Balad en 2014, un municipio situado a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad, pero mantiene una línea de frente a unos 40 kilómetros. Según fuentes policiales, los atacantes pasaron tres puestos de control antes de llegar a la ciudad. Las autoridades iraquíes se encuentran esta semana muy cuestionadas por las reiteradas brechas en la seguridad sufridas, como la ola de ataques sucedid