Por Luis Herrera Mesa*.- El próximo 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica para conmemorar la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica en 1992. Con esta celebración se pretende difundir el valor y el significado de la diversidad biológica -especies, ecosistemas y biomas- para la vida humana, y destacar la responsabilidad que tenemos las personas para preservar el medio ambiente, tanto el medio físico como sus recursos naturales, flora y fauna, y tratarlos de forma sostenible.
Proteger la biodiversidad debe ser una preocupación de diferentes instituciones y administraciones con el fin de salvaguardar, con sentido de responsabilidad, los diversos ecosistemas y su valor, ya que constituyen una riqueza extraordinaria para toda la humanidad. Entre numerosos ejemplos que se podrían poner, cabe señalar la importancia de la selva amazónica, uno de los espacios naturales más apreciados del mundo por su diversidad biológica, de vital importancia para el equilibrio ambiental de todo el planeta. Los bosques contribuyen a mantener los esenciales equilibrios naturales, indispensables para la vida. Su destrucción, incluida la causada por los irrazonables incendios dolosos, acelera los procesos de desertificación con peligrosas consecuencias para las reservas de agua, y pone en peligro la vida de muchos pueblos indígenas y el bienestar de las futuras generaciones. Todos, personas, instituciones y administraciones, debemos sentirnos comprometidos en la protección del patrimonio forestal y, donde fuera necesario, promover programas adecuados de reforestación.
El cambio climático constatado obliga a revisar las políticas de reforestación. Las propuestas deben ser analizadas para que se adecúen a los nuevos escenarios del cambio climático, buscando las especies más idóneas, adaptables a las condiciones climatológicas y del suelo, con el fin de conseguir masas boscosas que disminuyan los niveles de dióxido de carbono y su efecto invernadero, de conformidad con los acuerdos de la Conferencia Internacional sobre el Cambio Climático (COP21) celebrada en París el pasado mes de diciembre: «Las Partes deberían adoptar medidas para conservar y aumentar, los sumideros y reservorios de gases de efecto invernadero…incluidos los bosques…Se alienta a las Partes a que adopten medidas respecto de los enfoques e incentivos positivos para reducir las emisiones debidas a la deforestación y la degradación de los bosques,…y de la conservación, y la gestión sostenible de los bosques, y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo, así como de los enfoques alternativos, como los que combinan la mitigación y la adaptación para la gestión integral y sostenible de los bosques» (Art. 5 del Acuerdo de París -COP21- de la ONU).
*Catedrático emérito de Biología ambiental. Universidad de Navarra.Hijo Predilecto de La Gomera