El Archivo General Insular de la Gomera ofrece de nuevo en su sede de la calle Real una exposición documental y fotográfica, con fondos propios, documentos y fotos cedidas por particulares, que de manera entusiasta han colaborado con el fondo del Archivo.
En esta ocasión se trata de una muestra que forma parte de una serie denominada “Casas con Historia”, con la finalidad de poner en valor y dar a conocer los ejemplos más significativos que se conservan de nuestro patrimonio arquitectónico, en especial de las edificaciones que conforman el casco histórico de la villa de San Sebastián.
Uno de estos inmuebles es la llamada “Casa Ascanio” que se encuentra en el nº33 de la calle Real, en pleno centro del núcleo histórico y fundacional de San Sebastián de La Gomera. Fue construida por la familia Dávila Quintero y heredada por la rama de los Ascanio Dávila. Es una de las construcciones más representativas de la arquitectura doméstica de La Gomera del siglo XVIII. Consta de dos alturas, cubiertas de tejas a cuatro aguas y planta en forma de “U” cerrada, con patio central en torno al cual se distribuyen todas las dependencias de la casa.
Esta vivienda tiene la peculiaridad de ser la única de la localidad que enmarca su puerta principal con cantería labrada y disponía de oratorio privado. En la actualidad conserva un elemento singular, propio de las zonas costeras relacionadas con el comercio, como es el mirador, ubicado sobre el tejado, que consiste en una habitación cuadrada abierta por los cuatro lados, salvo la mitad inferior que queda cerrada por una pared. La función principal era la de ser el lugar de la casa desde donde se podía vislumbrar la llegada de los barcos a la bahía.
Durante la visita del rey Alfonso XIII a La Gomera, en abril de 1906, el Monarca y su séquito se alojó en ella para hacer un breve descanso y disfrutar de un apetitoso refrigerio. Su propietario y anfitrión, Eugenio Ascanio Dávila, que ostentaba el cargo de delegado del Rey en la Isla, recibió la felicitación del monarca y en reconocimiento al agasajo recibido, y como recuerdo de su visita le regaló un vaso de alabastro pulido, con la corona de España incrustada en oro.
La piedad religiosa de Eugenio Ascanio, hermano del que fue el primer presidente del Cabildo Insular, Pablo Ascanio Dávila, lo llevó a legar en usufructo a la institución de las Hermanas “Amantes de Jesús e Hijas de María Inmaculada” la casa y las fincas de “El Tanquito” y “Macana”, para que fuera convertida en un establecimiento destinado a la instrucción y educación de niñas pertenecientes a las familias más desfavorecidas de San Sebastián. Años más tarde, tras una rectificación de su testamento (20 de enero de 1925), decidió que alojara también un hospital para atender las necesidades sanitarias de todos los pueblos de la isla.
Una vez concluido el periodo de tiempo que había determinado el testador, que ascendía a treinta años, y pese a las reiteradas peticiones de la población y de sus autoridades a distintas instancias para que las religiosas siguieran prestando sus servicios hasta que se terminaran las obras del hospital insular, que se levantaba en El Palmar, la comunidad de religiosas se retiró de La Gomera, en 1956. La histórica casa solariega de los Ascanio, además de vivienda doméstica, escuela, hospital, tienda de ultramarinos, tienda de moda y hostal, ha sido también sede del Registro de la Propiedad de La Gomera y de las sucursales de Cajacanarias y Aucona.
La exposición, que está compuesta por un panel con la síntesis de la historia de la casa, un árbol genealógico de la familia, 29 documentos y 27 fotografías, puede ser visitada a partir del día 27 de mayo, en horario de 9 de la mañana a dos de la tarde.