El candidato de Coalición Canaria al Senado por La Gomera, Christian Méndez, considera fundamental que, desde la Cámara Alta, se haga el mayor trabajo posible para que el Gobierno de España inste a la Unión Europea a aceptar la excepcionalidad del término “miel de palma”. Recordemos que hace varios días, con el apoyo de los guaraperos y del Gobierno de Canarias, quedaba constituida la Comisión para la defensa de esta denominación. Dicho órgano ha anunciado que, tras las elecciones generales, se iniciará una ronda de reuniones con los partidos políticos que obtengan representación. Es ahí donde el candidato Christian Méndez pone el énfasis en la importancia de que CC esté en Madrid porque, asegura, “los nacionalistas somos los únicos que garantizamos que la voz de Canarias se escuche fuera de nuestras fronteras”.
Méndez se compromete a que, si se convierte en senador por La Gomera, luchará para que técnicos de la Comisión Europea visiten la isla y conozcan, de primera mano, uno de los productos más importantes de la gastronomía gomera. “La clave está en que Europa vea, in situ, cómo se trabaja la miel de palma, lo que ha representado y representa para la idiosincrasia de nuestra gente y, sobre todo, para que entienda que no es un capricho, sino una cuestión de identidad cultural”, asegura Méndez.
El candidato de CC al Senado también quiere recordar que la defensa de esta denominación la inició el Grupo Nacionalista Canario, en el Parlamento regional, en mayo de 2013.
En aquel año, a instancias de Víctor Tomás Chinea Mendoza, diputado nacionalista por La Gomera, se registró una proposición no de ley para su tramitación en la Cámara. Chinea, en su propuesta, argumentaba la importancia de apoyar al sector primario en un contexto económico de crisis. De igual forma, se ensalzaba el papel de la palmera canaria como un emblema patrimonial de La Gomera del que, desde siglos pasados, se obtenía un producto – el guarapo – que permitía elaborar la popular “miel de palma”.
Tras los pertinentes trámites administrativos, en enero de 2014, la Mesa del Parlamento adoptaba el acuerdo para que la proposición no de ley siguiese su curso. Por su historia, su significado para la cultura de la isla y por la actividad económica que genera en varios núcleos rurales de La Gomera, se instaba al Gobierno de Canarias a que instara al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente a buscar una solución definitiva que permita a los productores seguir elaborando y comercializando “la miel de palma”, bien a través de una Indicación Geográfica de Protección (IGP) o de una Denominación de Origen de Protección (DOP), por tratarse de un producto tradicional muy arraigado en la isla de La Gomera. Además, la proposición del Grupo Nacionalista Canario instaba al Gobierno de Canarias a seguir trabajando conjuntamente con el Cabildo de La Gomera para la protección de los productos de la isla.
Los nacionalistas confían en la voluntad del Gobierno de Canarias para instar al Gobierno de España y, a su vez, a la Unión Europea, a analizar la importancia de conservar la denominación de “miel de palma”, que está topándose con competencia desleal en el mercado y que, en nada, viene a contraponerse a la acepción de miel de abeja que se maneja desde Bruselas.
Hay que recordar que la problemática en la denominación de “miel de palma” radica en la aprobación de un Real Decreto por el Gobierno de España, en 2003, que daba cumplimiento, a su vez, a una directiva europea sobre la miel. En ambos textos, sólo se reconoce a ésta como la sustancia natural elaborada por las abejas.
La solución, tal y como ya se ha planteado desde varias vertientes, pasa porque Bruselas reconozca una excepción – tal y como ya ha ocurrido en otros casos – y acepte el término “miel de palma” dentro del catálogo de productos de origen vegetal, desligándolo del origen animal al que, actualmente, se asocia obligatoriamente por su relación con la actividad apícola.
Coalición Canaria de La Gomera, a través de los diputados y senadores nacionalistas en Madrid, van a continuar apoyando cualesquiera que sean las iniciativas que se presenten para conseguir que este producto agroalimentario mantenga un reconocimiento que lo hace único en el mercado, con todas las garantías para los productores y los consumidores, agotando todas las vías administrativo-legales posibles.
La situación actual del título “miel de palma” ha obligado a las empresas a modificar el etiquetado de sus productos, iniciando, sin quererlo, una ruptura con la tradición centenaria que se esconde tras la elaboración de este alimento y poniendo en apuros económicos a las empresas y familias que dependen de su elaboración, distribución y venta.
Los nacionalistas confían en la voluntad del Gobierno de Canarias para instar al Gobierno de España y, a su vez, a la Unión Europea, a analizar la importancia de conservar la denominación de “miel de palma”, que está topándose con competencia desleal en el mercado y que, en nada, viene a contraponerse a la acepción de miel de abeja que se maneja desde Bruselas.