Me gusta la isla donde vivo, donde está toda mi familia, mi novia y la mayoría de mis amigos. Trabajo aquí, he sido concejal durante dos mandatos en la capital, San Sebastián, y he participado activamente con colectivos deportivos o arbitrales de manera desinteresada y altruista. He tratado de echar una mano allí donde me lo han pedido, aportando dedicación y compromiso con las cosas que la vida me ha ido poniendo delante.
Ahora, en esta ocasión, el Partido Popular de Canarias, me ofrece participar en un gigantesco y apasionante reto: encabezar la candidatura al Senado por mi isla, La Gomera. En el momento que me hicieron ese ofrecimiento, que agradecí en el alma, tuve la sensación de que se me requería para una tarea ardua pero a la vez hermosa, muy hermosa.
No me asusta la dificultad que asumo; conozco milimétricamente la adversidad que supone ganar en un escenario político viciado por tantos años de propaganda y despilfarro en algunas de las instituciones de La Gomera. La dilapidación a manos llenas durante los últimos treinta años, sin ninguna planificación responsable y seria, supone una de las mayores losas a las que se enfrenta La Gomera del futuro; La Gomera de los próximos veinte o treinta años. La miopía política es de tal calibre, que esa forma de generar «empleo estable y controlado» se extiende cómo una metástasis galopante por el resto de instituciones locales con el único fin de comprar lealtades y asegurar votos.
Estamos preparados para cambiar el destino de La Gomera y de los que vivimos en ella. El Partido Popular, ha demostrado en estos años tan duros, su eficacia en políticas económicas acreditadas y responsables que han sacado al país del abismo en el que lo habían situado otros. Frente a la inestabilidad o el discurso radical, el PP es un aval de madurez, sensatez y solvencia.
Pero me gusta La Gomera y su gente. Formamos parte de una sociedad comprometida con el trabajo, el esfuerzo y el talento natural del que estamos dotados. De ahí mi compromiso con el Partido Popular, porque defiende las libertades de los individuos y por ello, no me resigno a ver a mi isla condenada a no disfrutar de esa libertad y que sólo aspire a ser lo que la voluntad de una sola persona indique.
La fusión naturaleza, trabajo duro, sudor y el compromiso firme con el medio ambiente y la defensa del territorio, se entiende aquí mejor que en cualquier otra parte del mundo. Por esa razón, no es insustancial en mi opinión, que La Gomera sea una de las sociedades que defienda con más pasión y perseverancia, el entorno en el que vive. No hay matices cuando se trata de defender lo nuestro, nuestras tradiciones o nuestros valores.
Y estamos preparados también, para ir casa por casa y explicar a los vecinos nuestro modelo de isla, lo que queremos para la gente de La Gomera, la defensa a ultranza de sus intereses en el Senado y el futuro que nos estamos jugando el próximo día 26. Porque el PP es la apuesta clara por el futuro de La Gomera, por el futuro de nuestro país.
Víctor David Herrera Casanova./ Candidato PP al Senado por La Gomera.