El objetivo del proyecto es trasladar a los ámbitos poblacionales rurales el valor de la arqueología, la historia y el patrimonio local, apoyándose principalmente en el juego y la vivencia personal como vertebradores de todas las acciones. El proyecto realiza tres acciones en seis lugares seleccionados, teniendo cabida población de Alojera, La Dama, Las Rosas, La Palmita, Chipude, El Cercado, Las Hayas y Arure.
Según el consejero del Área de Patrimonio Histórico del Cabildo de La Gomera, Adasat Reyes Herrera, “se trata de una propuesta alternativa en el ámbito de la educación no formal, a través de la cual pretendemos fomentar la participación social a través de talleres de expresión y juego, tomando como punto de partida los diferentes elementos del Patrimonio Arqueológico de la isla, para propiciar el conocimiento y la sensibilización sobre éste”.
La primera de las tres sesiones consiste en un “taller de excavación simulada”. En él los participantes juegan, en una primera parte, a ser antiguos gomeros. En la segunda parte del taller los “jugadores” se transformarán en arqueólogos y excavarán aquellos restos que ellos mismos han generado. La segunda sesión consiste en un taller de expresión (trabajando con el lenguaje, el barro, el teatro de sombras, el juego libre, etc) basado en los conceptos y los términos que se han visto en la sesión anterior. Por último, y como tercera sesión, se realiza la visita a un yacimiento arqueológico o lugar de interés histórico cercano, planteada como un viaje de descubrimiento donde se potencia la curiosidad y la vivencia.
En este proyecto se considera vital el respeto y la integración del bagaje de cada persona que asiste, sin importar su edad. Se establece una relación no jerarquizada, de forma que los educadores -ahora acompañantes-, asisten a los procesos de aprendizaje, despliegue y deriva personal, creando las condiciones necesarias para facilitar los procesos. Su papel al lado de los participantes no es dirigirlos, sino asistirlos y responder a sus necesidades.
Para ello, el Museo Arqueológico de La Gomera cuenta con el trabajo de La Furgoneta Fantástica una iniciativa socioeducativa creada por Chano Díaz y Virginia Hernández: “empleamos un conjunto de técnicas sustentadas en el principio de la no directividad. Importa más el aprendizaje que la enseñanza: se investiga y se descubre. Se pretende integrar conocimiento y emociones en un aprendizaje vivencial, con el objetivo de alcanzar un aprendizaje significativo: el que permanece en el tiempo y da al individuo nuevas posibilidades de desarrollo”.
El equipo también lo integra una empresa tinerfeña de jóvenes profesionales de la arqueología llamada PRORED: “nosotros solemos hacer talleres de excavación simulada. Pero hemos modificado nuestra propuesta incorporado esta nueva perspectiva educativa, de manera que ahora todo se convierte en una vivencia muy emocionante para los participantes”.