En la víspera de la constitución de las nuevas Cortes, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, reúne a su grupo parlamentario para debatir sobre la posición del partido ante una eventual sesión de investidura de Mariano Rajoy. Nada ha cambiado para Pedro Sánchez desde el comité federal del pasado 9 de julio y tampoco después de su conversación con el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy. Los socialistas “al día de hoy” no facilitarán que Mariano Rajoy comience un nuevo mandato como presidente del Gobierno de España.
Al mediodía de este lunes están citados en el Congreso los diputados y senadores electos, tras las elecciones del pasado 26 de junio, así como los eurodiputados socialistas. Esta será la segunda ocasión en la que Pedro Sánchez se dirija a los actores fundamentales de la estructura del poder del PSOE. Hace una semana fue el comité federal y ahora será ante el grupo parlamentario. Los diputados que tendrán que decidir con su voto quién será el próximo presidente del Gobierno, manifestarán este lunes, a puerta cerrada, cuál es su parecer.
Antes de que esto ocurra, el líder del PSOE expondrá en público su posición contraria a facilitar la investidura de Mariano Rajoy. Las fuentes consultadas en su entorno señalan que todavía es el tiempo de Rajoy, que debe ser quien consiga los apoyos con Ciudadanos y, apuntan también, con el PNV. Los diputados consultados por este periódico, de diferentes comunidades autónomas, se muestran completamente alineados con la posición de Sánchez y del comité federal. Esta será la versión que mayoritariamente salga este lunes de la reunión, aunque en la recámara siempre queda un cambio de posición si el bloqueo llega al punto de tener que convocar nuevas elecciones.
En esta reunión, habrá alguna voz que incluso aliente la posibilidad de que si Rajoy fracasa, el PSOE intente la investidura. La mayoría, no obstante, se quedará en el no a Mariano Rajoy y sin aventurar otras hipótesis. En las redes sociales el diputado guipuzcoano Odón Elorza ha planteado como última solución, si fracasaran todas las demás, la abstención pero “sin negociar nada, solo como gesto de responsabilidad democrática”. En esta decisión debería estar no solo el PSOE, sino otras fuerzas políticas. Una abstención colectiva, sin contrapartidas, solo para que empiece la legislatura y al día siguiente iniciar la tarea de oposición.